No defraudaron. Un Atlético-Barcelona es sinónimo de goles, emoción y diversión. Todo lo que podemos esperar de un partido de fútbol lo encontramos anoche en el Vicente Calderón. Golazos, remontada, tensión, delirio y emoción, mucha emoción (comentario del partido). Ayer Madrid fue un clamor. Madridistas y rojiblancos cantaron al unísono los goles rojiblancos. Increíble pero cierto. Tan raro como que el Real Madrid, en unos días, ha rebajado de 12 a 4 puntos la diferencia con el liderato liguero. Pep Guardiola afronta su semana más difícil en el club blaugrana; Abel y Juande la más feliz.
Cuatro puntos de 16 posibles es el bagaje azulgrana de sus últimos cuatro partidos. Contrasta con los 30 de 30 del Real Madrid. Una línea inversamente proporcional. Del Barcelona de los récords al Madrid de los récords. De momento, el técnico manchego continúa batiendo marcas personales y los blancos se quedan sólo a una victoria (18) del conjunto catalán (19). Los de Joan Laporta han quedado ‘tocados’ de su primera visita a la capital española, todavía queda otra al Santiago Bernabéu hacia el 3 de mayo. A ver cómo están las cosas para entonces.
El ambiente previo al partido estaba marcado por la incertidumbre. Ambos equipos estaban anclados en el mal juego y, ante eso, el favorito para llevarse el choque era el visitante. Con el 6-1 de la ida muy lejos y olvidado, el Calderón lo recordó cuando antes de la media hora el Barcelona mandaba por 0 – 2 en el marcador. La locura y electricidad del encuentro llevó a que Forlán respondiera con un potente disparo desde fuera del área a los golazos que Henry y Messi realizaron previamente.
Las defensas, como en el último partido en el Calderón, volvieron a dar que hablar y los delanteros se aprovecharon de sus fallos. El primer tanto del encuentro vino precedido por un fallo de Pablo Ibáñez. Messi logró el suyo gracias a dejar atrás a dos defensores rojiblancos. Y ya en el segundo tiempo Agüero marcó el empate después de un fallo de Márquez. El mejor Atlético de este 2009 juntó las líneas en la segunda mitad y contuvo los azotes que Eto’o y Gudjohnsen daban. Salvo un contragolpe que condujo a la perfección el islandés y que le brindó en la línea de gol a Henry para poner de nuevo al Barça por delante.
Pero el Atlético, viendo la locura del partido, no paró de atacar para lograr lo que parecía imposible. Primero Forlán, de penalti tras empujón a Sinama, y luego Agüero dieron la vuelta al marcador y el Vicente Calderón rugió como nunca lo había hecho esta temporada.
El espectáculo finalizó y el Atlético la lio. Apretó aún más la parte de arriba de la clasificación y se acercó en la persecución de un puesto de ‘Champions’. Los colchoneros están a tres puntos de Liga de Campeones después del empate 2-2 del Villarreal en el Ruíz de Lopera.
En la Ciudad Condal las caras son opuestas a las de Madrid. En el Barça hacen borrón y cuenta nueva. Tras el partido Guardiola fue optimista de cara al futuro, aunque asume el agujero deportivo en el que se encuentran: «Nos levantaremos y seguiremos adelante». Henry también es partidario de «olvidar lo de hoy. Mañana será otro día».
FUENTE EL CONFIDENCIAL.COM
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