La sobredosis de juventud impulsada por Amorrortu a todo el fútbol base rojiblanco está pasando factura en su primer año. El Atlético de Madrid B cuenta con jugadores en edad juvenil. Uno de ellos es Jorge Resurrección, Koke, mediocentro que hace un par de meses cumplía diecisiete años. Es uno de los chicos de confianza de Abraham García.

Es completamente seguro que Koke será un jugador básico para España Sub17 de cara al próximo Europeo de la categoría. Será el capitán del equipo y un jugador destacado cuando finalice el torneo. Con partidos como los que se pudo ver el pasado Domingo entre los filiales del Atleti y el Murcia queda más que demostrada la personalidad y madurez de un juvenil de primer año. Fue él quien puso a su equipo en ventaja con un certero chut nada sencillo ante el Murcia Imperial, el mejor de todos los filiales de Segunda B. Koke es el eje del equipo, por donde pasa el balón en los viajes de ida y vuelta. Es el dueño absoluto del centro del campo rojiblanco. El pensador y ejecutor en los momentos más importantes.

Muestra madurez a raudales. Su nivel competitivo excede al de cualquiera de sus compañeros. Un chico que por calidad, profesionalidad y personalidad se antoja complicado que se acabe torciendo. Tiene la competencia en casa, con Camacho en el primer equipo y el filial mermado por tanto jugador novel, no le queda otra que hacer milil en Segunda B por el bien del primer filial colchonero y el suyo propio. Su margen de mejora es amplio pero su llegada al primer equipo debería estar a medio más que a largo plazo. El tiempo dirá si Camacho o Koke tendrán nivel para un Atlético de Madrid. No me sorprendería que el mediocentro del filial adelantara a su homólogo en el primer equipo, es más, yo me lo espero.

FUENTE NOTAS DE FUTBOL