No hay margen de error. La Selección española Sub-17 disputa mañana (17:45, Benidorm) uno de los partidos más importantes para nuestra cantera en los últimos años. Será ante la República Checa y los pupilos de Ginés Meléndez necesitan imperiosamente la victoria. Si esta llega, la clasificación para el Europeo de mayo en Alemania será una realidad y por lo tanto aún habrá opciones de acudir al Mundial, previsto para noviembre en Nigeria, y cuyas plazas se repartirán a través de la cita continental.
En cambio, todo lo que no sea hacerse con los tres puntos ante los checos supondrá una enorme decepción, pues España caerá eliminada en una categoría de la que es actual doble campeón de Europa y subcampeón del Mundo, meta que alcanzaron los Bojan, Camacho, Aquino, De Gea, Iago Falqué y compañía en Corea tras perder en la final por penaltis ante Nigeria en 2007.
El apoyo del público que acuda al estadio de Foietes será fundamental para doblegar a un rival muy complicado. Liderado por el buen momento del mediocentro Koke, el interior zurdo Sarabia y sobre todo el goleador Borja, hijo del ex portero del Atlético Bastón, España empató ante Bélgica (2-2) en su estreno en esta fase de clasificación y venció posteriormente con muchos problemas a Kazajistán (2-1).
Los checos también empataron ante los belgas pero vencieron 3-0 a los kazajos, por lo que el goalaverage les favorece en caso de empate. Sólo el primero de grupo se clasifica para el Europeo, que se celebrará del 6 al 18 de mayo en Alemania. España quiere estar en él, pero para ello necesita obligatoriamente la victoria.
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