Pedro Ortega, presidente del Eivissa, se manifestó ayer decepcionado con el primer equipo y con el filial. Ortega, en declaraciones a la cadena SER Ibiza, dejó constancia de su malestar por el acto de protesta efectuado por los jugadores del Eivissa B en el partido del sábado ante el Cala d’Or, como reivindicación por el pago de las mensualidades que se les adeudan, cuatro. Indicó que los jugadores se dejan manipular y que el paro de un minuto efectuado en el partido del sábado ha sido por inducción de una persona. No dio nombres. Tiró la piedra y escondió la mano. Usted, que es tan bragado y que presume de ir por delante y con la verdad a la cara, ejerza y dígaselo a Sergio Tortosa en primera persona, cosa que no haría falta en el caso de que el propio Tortosa tuviera un ápice de dignidad y presentase su dimisión. Demasiado pedir, a usted y a Tortosa.

El presidente adujo en su defensa que había satisfecho estos pagos con unos pagarés. El presidente no dice la verdad. Ortega miente. Él habrá tramitado esos pagarés, pero no han llegado a los jugadores. La plantilla no ha cobrado.

La comprobación es realmente sencilla y constituye una reiteración de lo publicado en este blog el sábado. La plantilla del equipo filial ha decidido unilateralmente entrenar los lunes, jueves y viernes. El martes es de descanso, pero a las sesiones de preparación del miércoles y del sábado no acudirá jugador alguno. Además en las dos últimas semanas han abandonado la plantilla cuatro jugadores (Cristian, Adriano, Borges y Andreu).
Dos cuestiones, si hubieran cobrado los jugadores no se habrían ido del club. Si el club tuviese a sus jugadores al día de pagos estaría en condiciones de exigirles que acudiesen a las sesiones preparatorias que determinase el cuerpo técnico. En caso de no hacerlo podría aplicar a sus jugadores la sanción recogida en el régimen interior del club.

Como esto no es así, la plantilla se toma la libertad de determinar qué día o días acuden a los entrenamientos sin que nadie tenga fuerza moral o de otro tipo para decirles lo contrario. Y como la situación no se remedie, que no se remediará, la protesta tendrá sucesivas repeticiones en posteriores partidos para vergüenza y escarnio de la directiva.

Los jugadores no creen en su directiva. Tienen la certeza absoluta que el equipo filial no importa nada en el club. La prueba es que desde el 16 de enero que vieron por última vez al presidente, por ese vestuario no ha pasado ni Andoni Valencia, ni Marciano Rojo, ni Tolo Darder ni Ibon Begoña.

Ortega tambien pasó por los micrófonos de Radio Exit. El presidente discrepa de los planteamientos tácticos de Alfredo Santaelena. Oiga, lo tiene fácil, destitúyale que de eso sabe y ponga un guiñol en el banquillo que usted pueda manejar a su antojo. Lo tiene fácil, el guiñol ya lo tiene en el club y con cargo. Y le aseguro que Santaelena puede abandonar el club esta misma semana porque no está por la labor de aguantar orteguina alguna, ni ortegadas de ninguna clase. Si quieren llámenlo anarquía, si lo prefieren desgobierno. El resultado es el mismo, caos general.

FUENTE FUTBOL PITIUSO