La Liga de Filiales sigue tomando forma, y cada vez son más los clubs que ya han dado su visto bueno para que la competición empiece pasado el verano, entre ellos los «pesos pesados» de la liga española.

Semanas atrás Ricardo Resta, coordinador de la liga de filiales, hizo una exposición del proyecto, de las ventajas que tiene especialmente para la promoción y formación de los futbolistas más jóvenes, de sus reales posibilidades, de la importancia que supondrá para el fútbol y de las dificultades, que no todo van a ser bondades, con las que se encuentran para poder llevarlo a cabo.

La obligación de que los filiales de los cuarenta y dos equipos encuadrados en la Liga de Fútbol Profesional, tendrán de tramitar veintidos fichas, de ellas 17 de menores de veintiun años y cinco de menores de veintitres, abre un inmenso abanico en lo que se refiere a la formación de los jugadores que, por unas u otras causas, no pueden acceder al primer equipo.

Resta se refirió también a la condiciones económicas que lleva anejo el proyecto, a la aceptación, a priori, por parte de los grandes del fútbol español ( Barcelona, Real Madrid, Valencia, Málaga, Atlético de Madrid… ), y, sobre todo, a la importancia que tendrá para equipos de categoría inferior que veran como muchos de sus rivales directos por ascender de categoría dejaran paso a otros clubes de menor presupuesto.

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