Toda vez que, por arriba, el Sporting parece tener bastante a su favor el hecho de estar en la Promoción de ascenso a 2ª B y su única duda es saber si lo conseguirá como segundo clasificado, y en la parte media-baja el Atlètic Ciutadella y el CE Alaior, si no se duermen, pueden transitar con cierta tranquilidad en su objetivo de estar salvados, las miradas del fútbol menorquín de Tercera División se centran en este CE Mercadal que sigue teniendo complicado seguir otra temporada en la categoría… pero no tan lejos como se presumía hace unos meses.

La segunda vuelta del conjunto de Elías Noval ha sido apreciable. De momento, de los 42 puntos disputados hasta ahora -entre las jornadas 20 y 33-, los rojiblancos han logrado 19, siete más que en las diecinueve jornadas de la primera vuelta, donde ganaron tres partidos, empataron otros tres y perdieron en trece ocasiones. En lo que llevamos de segunda vuelta, el Mercadal se ha impuesto en cinco partidos, ha empatado en cuatro y ha perdido otros cuatro.

El conjunto mercadalense, toda vez que, como recién ascendido, necesitaba un periodo de adaptación que quizá se dilató un poco en la primera vuelta, en esta segunda está demostrando que ya tiene los suficientes argumentos como para pensar que su juego tiene solidez suficiente para competir hasta el final, sin dejar de lado que el club que preside Damià Torres hizo un sobreesfuerzo en forma fichajes para «tapar» de alguna manera las carencias, sobretodo de ataque, que los técnicos advirtieron.

«Los pasos ahora deben ser consistentes», recordó el técnico asturiano antes de disputarse el último encuentro ante el Eivissa. Y lo fueron, puesto que su equipo logró una importante victoria e «hizo los deberes».

Y los deberes en las cinco jornadas que quedan hasta que finalice la liga van a ser de los de hincar los codos. Toda vez que este Mercadal ha conseguido llegar a este tramo con opciones -complicadas, pero indiscutiblemente mucho mayores que hace unas jornadas- los partidos que les quedan serán dificilísimos.

Elías Noval se ha destacado por hacer buen uso de la psicología. Su equipo ha ido claramente de menos a más y ahora, el duro calendario que le queda no debe amilanar a su plantilla: el premio de la salvación, bueno de por sí, lo sería doblemente con todo lo sufrido.

Por de pronto, y tal y como están las cosas en la tabla, los mercadalenses (17º, 31 puntos), pugnan con el Arenal (16º, 31) para alcanzar al Cala d’Or, equipo que, con 35 puntos, marca la frontera de la salvación (los tres últimos más los compensados de Segunda B, en los que no cuenta el Eivissa, que tiene su filial en Tercera, en total, cinco equipos descenderían). Sólo cuatro puntos separan hoy al Mercadal de su sueño.
El próximo domingo toca visitar a un Alcúdia bien acomodado (10º, 48 puntos). Después les llegarán tres derbis seguidos (Atlètic, Sporting en Bintaufa y Alaior en Los Pinos) y acabarían ante el Campos. Duro, pero posible.

El Sporting hace su mejor fichaje: la vuelta de «Sala-gol»
A pesar de que el Sporting va bien, los nueve partidos en los que el delantero Manel Sala no ha podido participar -dos meses, «se me ha hecho muy largos»- se han notado. El equipo blanquiazul se desmelenó ante el Soledad con ocho tantos -«vaya partido, nos salía todo», explica el goleador-, y con esos goles rompía un dinámica en que le faltaba «punch» delante, hecho que coincidió con partidos importantes para atacar la primera plaza hace unas jornadas, sobre todo en el partido ante el Mallorca B en Son Bibiloni, en el que el Sporting se quedó sin pólvora y no pudo contar con el mismo Sala, con Mario Mora sancionado y con el refuerzo prácticamente inédito de Gerard, con una apendicitis.

Pero anteayer volvió «Sala-gol». Pichichi del equipo junto con Mario Mora (15 y 14 dianas respectivamente), no pudo marcar en los 18 minutos que disputó ante el Binissalem, aunque lo más importante es que, tras superar una denominada «rotura en cremallera» de los isquios de su pierna izquierda, «me sentí bastante bien». El delantero reconoce que sentía algo de «miedo por como iría la pierna» y que le costó «adaptarme al terreno», pero es consciente de que «es cuestión de partidos que llegue al cien por cien».

Al equipo «lo veo jugando bien y con confianza», y piensa que «la Promoción está encarrilada». Ahora «se trata de asegurar lo que queda y quedar lo más arriba posible. Ser segundos, de cara al play off, es mejor que ser tercero o cuarto, por los cruces».

DIARIO DE MENORCA