Los Beatles llegaron a ser quienes fueron por culpa de sus viajes a Hamburgo y a los trabajos que les salían en los pubs de la ciudad en los que podían estar tocando 8 horas sin parar. Gracias a eso, practicaron un amplio repertorio, que luego añadieron a sus conciertos. Bill Gates vivía cerca de una de las pocas universidades que le permitía hacer uso de su ordenador central para programar. Cierto que también, a través de su familia, conocía a la persona adecuada que le permitió estar trabajando con ordenadores desde los 13 años. Así, no es de extrañar que llegado los 19 y mientras estaba en Harvard estudiando, dejase la carrera en el segundo año para montar su propia empresa. Toda lo practicado y aprendido durante la adolescencia le había enseñado todo lo que necesitaba saber.
Ambos, cumplieron las pautas que marca la teoría de las 10.000 horas para alcanzar el éxito. Se refiere al bagaje de entrenamiento que se requiere para triunfar en el futuro a una edad muy joven. Talento, lo suelen llamar, cuando en realidad se trata de trabajo, mucho e intensivo. Y Guardiola cumple a rajatabla esta teoría. Porque no se refiere a las horas que ha ejercido la profesión de entrenador, hay mucho más detrás.
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