Albert Benaiges vivió los inicios de Andrés Iniesta en el fútbol base azulgrana. El actual coordinador de las categorías inferiores del FC Barcelona ha explicado en Barça TV y www.fcbarcelona.cat como superó el de Fuentealbilla vivir lejos de su familia.

El año 1996 Albert Benaiges entrenaba el Alevín A del FC Barcelona. Por segunda vez se disputaba a Brunete un campeonato de fútbol-7 donde participaban todos los clubs de Primera División, entre ellos el Barça, con sus equipos alevines.

Con el Albacete jugaba un chico que el deslumbró por su fútbol sencillo y elegante. El joven Andrés Iniesta va decidirse por la oferta del Barça, que a través de Albert Benaiges mostró rápidamente su interés por incorporarlo a la Masía.

¿Cuál fue su primer contacto con Andrés Iniesta?

«Como entrentrenador del Alevín A lo vimos en un torneo en Brunete, donde fue el mejor jugador. A través de mi delegado contactamos con él y su familia. Después, y con la aprobación de Oriol Tort y Martínez Vilaseca, hablamos con sus padres para que viniese a la Masía. Una vez aquí el primer día que estaba sólo en la Masía lo llevé conmigo a un amistoso del Alevín A. A pesar de que él, por edad, pertenecía al Infantil B, convencí al equipo rival para que el dejasen jugar, pero después fue el mejor y jugó muy bien y los del Pratya no estaban tan contentos.»

¿Lo pasó mal en sus primeros meses en la Masía?

«Es preciso tener en cuenta que en aquel año, el 1996, los chicos más pequeños que había a la Masía eran cadetes y Andrés, con 12 años, jugaba en el Infantil B. No tenía chicos de su edad, a pesar de que los otros residentes le ayudaron mucho. Él estaba muy unido a su familia y cuando se tenía que despedir de sus padres después de pasar juntos un fin de semana era un pequeño drama. Andrés lloraba mucho. Venía mucho a mi casa y aún ahora mi madre cuando lo ve snoreir se sorprende porque recuerda aquellos días en que sufría mucho.»

¿Ejerció usted casi de padre con Iniesta?

«Yo hice mi trabajo, que era ayudar los más pequeños de la Masía. Me los llevaba al cine y a ver partidos, intentaba que estuviesen distraídos. Recuerdo que también había un chico de su edad, Jorge Troiteiro, pero éste tenía la suerte de tener parte de la familia en Badalona. Los padres de Andrés consiguieron, con mucho esfuerzo, venir un par o tres veces al mes y eso hizo mucho más fácil la adaptación de aquel chico, que con el paso del tiempo se hizo muy fuerte y lo superó todo. Lo que también quiero destacar es que es un error hablar de quién llevó a Iniesta al club. Si yo hubiese estado en el Sants o el Mataró, Iniesta no habría fichado por estas entidades, Iniesta vino en el Barça no por quién lo gestionó, sino por la grandeza del club.»

¿Cómo era Andrés como persona, era un buen estudiante?

«Desde el primer día Andrés mostró un gran interés para hacer los deberes y estudiar. Sacó siempre muy buenas notas, era ejemplar. Ahora mismo, que está estudiante INEF, continúa demostrando que tiene las ideas muy claras y que es un buen espejo para todos los jóvenes.»

Sensaciones por el éxito de los jugadores de la cantera
Usted que ha tenido contacto desde pequeño con la mayoría de jugadores del primer equipo que han surgido de los equipos inferiores del club, qué siendo cuando los ve triunfar de esta manera?

«Gerard Piqué vino con su abuelo y el primer día dije que no tenía pinta de jugador, pero al verlo jugar le comenté a Amador Bernabéu que tenía cosas muy interesantes.
Durante muchos meses trabajamos media hora después de los entrenamientos para perfeccionar el juego aéreo. Messi no residió en la Masía, pero venía a comer y estudiar, era muy introvertido y lo entrené en el Cadete B, ahora cuando veo lo que hace siento cosas increíbles. A Sergio Busquets también el conozco desde pequeño cuando venía con su padre, al igual que Víctor Valdés.

Todo ello me causa una gran satisfacción. No hay dinero en el mundo que lo pague. Ver ahora todos los jugadores que han pasado por la Masía en el primer equipo y a las órdenes de Guardiola, Vilanova y Altimira, tres exresidentes que se hicieron amigos aquí y que ahora están en el banquillo del primer equipo, es maravilloso.»

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