La Peña ya sabe que Cristóbal Parralo no se va a sentar en el banquillo de Santa Eulària en el próximo ejercicio. Y en el club de Santa Eulària conocen la decisión del técnico. Nada novedoso. El 21 de abril se publicaba en este blog que Cristóbal no seguiría en la entidad si descendía a Tercera División.
El 4 de mayo, el siguiente al descenso del club y fecha prevista para la celebración del último entrenamiento, la directiva con su presidente al frente ofertó a Cristóbal la continuidad para la temporada 2009-10. El técnico no aceptó el ofrecimiento porque era perfecto conocedor que había personas de la directiva que no querían que siguiera y él no consideraba el ambiente más adecuado para trabajar el hecho de tener ya a dos personas disconformes con su presencia. Estas dos personas son Toni Torres y Pepe Macy.
Por la tarde del mismo lunes el resto de directivos habló con los dos disidentes que declinaron su actitud, al menos en las formas. Por la noche, sobre las 22 horas aproximadamente, la directiva en pleno se volvió a reunir con Cristóbal en la sede del club para reiterarle su oferta y demostrar al técnico que tenía el apoyo de toda la directiva.
Cristóbal, nuevo en el mundo de los banquillos y veterano de exquisita educación en el mundo del fútbol, agradeció el ofrecimiento del club y pidió un plazo de días para reflexionar sobre la oferta recibida. Transcurridas dos semanas ha declinado el ofrecimiento de la Peña para seguir entrenando. En cuanto la noticia ha trascendido, el martes de esta semana, los vocingleros del club se encargan de pregonar en las tertulias tabernarias de la villa del Río que la oferta continuista para Cristóbal fue una hipócrita puesta en escena para quedar bien con el técnico pero que no había ni la más mínima intención de apostar por su trabajo en la próxima temporada.
NOTA.- Para los dos directivos que viajaron a Puertollano (Ciudad Real)antes de acabar la temporada y ofertaron el banquillo de la Peña a Andrés García Tebar, significarles que el ex técnico del Eivissa aspira a sentarse en el banquillo de un equipo puntero de Segunda División B perteneciente a los alrededores de Madrid.

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