El Villarreal B se metió en el play off como segundo de grupo y en el primer partido de la fase decisiva dio su mejor medida (0-2 al Zamora) para intentar relevar al Sevilla como unico club con filial en la Liga Adelante.

Detrás de estos brillantes resultados, se encuentra el trabajo continuado de muchos años invertidos en la cantera y una planificación global muy estudiada con Juan Carlos Garrido como uno de sus grandes responsables. El actual técnico del Villarreal B explica a MARCA las claves del éxito. «Llevo diez años en el Villarreal y año y medio entrenando al filial. Eso significa que conozco a algunos chicos desde los 14 años, así que es un orgullo cuando los ves viajar con el primer equipo. Son los casos Jordi Pablo, Juan Carlos, Edu, Mario… Eso te permite seguir de cerca su evolución. Lo que hicimos en el Villarreal B este año fue mantener a los mejores y añadir seis fichajes, futbolistas que lo habían hecho bien en Segunda B como Joan Tomás o Cristóbal. Hay gente que nos quiere quitar mérito, pero nosotros hemos fichado a gente normal, no hemos bajado a Matías Fernández, por ejemplo», cuenta.

Y es que Garrido tiene claro el modelo a seguir: «En un filial debes tener a lo mejor de tu cantera, pero hay puestos determinados que puedes no cubrir. Si en casa no tienes un buen jugador para ese puesto, tienes que buscarlo fuera. Por eso nosotros hemos recurrido a gente de 25 años».

En su opinión, esos futbolistas maduros ayudan a los que vienen de abajo a ser más competitivos. Él cree que todos sus jugadores darían la talla en el primer equipo. «Los jóvenes, con ilusión y ganas, están capacitados para competir a un gran nivel. Si les das la oportunidad de jugar en Primera, la aprovechan». Además, alaba el nivel de la categoría de bronce. «La Segunda B no es un pozo para nosotros, es un mar que nos permite competir a buen nivel».

Eso no quiere decir que desdeñe el proyecto de Liga de filiales que se está organizando: «La idea de filiales, en principio, es buena. Lo que tiene que ocurrir es que todos los clubes se la tomen en serio. La Segunda B tiene una competitividad mayor», cuenta, echando un vistazo al Sevilla Atlético. «Lo suyo es una lección. Para mantenerse, hay que apostar por jugadores de garantías. Mantener el bloque y reforzarte con gente que sea mejor que la que tienes».

De momento, Garrido recalca que «es un honor ser el único equipo que puede subir a la Liga Adelante. Es una forma de reconocer el trabajo de la cantera del Villarreal». Sus sentidos están puestos en el partido de vuelta ante el Zamora: «Tenemos una ventaja que no es definitiva. Hay que llevar el partido a nuestro terreno, que es jugar bien y dominar el encuentro». Y luego, suba o no a la Liga Adelante, el técnico tiene más proyectos: «Tengo la ilusión de seguir entrenando y mejorar en mi carrera. Lo del primer equipo, si tiene que llegar, llegará, aunque sé que me quedan muchos pasos». El primero, seguir en la lucha por el ascenso.

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