Jaume Bauzá pide al mallorquinismo que esté presente en el partido de vuelta del deseado ascenso a Segunda B.
Estamos ante el partido más importante de la temporada. El domingo a las 17.00 horas nos jugamos el ascenso a Segunda División B contra un histórico del fútbol español: El Real Oviedo. Debido a la masa social que arrastra y con el resultado obtenido en la ida (1-0), ahora más que nunca, necesitamos el apoyo de todo el mallorquinismo.
Lógicamente, no se puede comparar el entorno de uno y otro equipo: Oviedo perdió hace ocho años la máxima categoría, y sus aficionados suspiran por volver a revivir viejos tiempos en Primera. Afortunadamente, la situación en Mallorca es bien diferente, después de trece años consecutivos saboreando el mejor fútbol. «Sólo» somos un filial, pero a nadie se le escapa la importancia que tiene para cualquier club disponer de un equipo en Segunda división B. Sería además el mejor premio a una buena temporada: Hemos sido los mejores de la Tercera División Balear con doce puntos de diferencia respecto de nuestros perseguidores y prueba de ello es que sólo hemos perdido un partido en treinta y ocho jornadas.
Todo el esfuerzo y sacrificio realizado por todos los integrantes de la plantilla; desde el cuerpo técnico hasta el último jugador ha sido en gran parte para lograr lo que está en juego este domingo en el Ono Estadi: subir a 2ªB. El objetivo del fútbol base no es otro que el de formar jugadores para que un día tengan la posibilidad de ser integrantes del primer equipo, por lo que un ascenso sería primordial para que nuestros jugadores subieran un escalón más en su trayectoria y así, ser cada vez más competitivos, acercándose a la máxima categoría.
Del partido disputado en el Nuevo Carlos Tartiere sólo puedo decir que me siento muy orgulloso del papel que desempeñamos porque mis jugadores mostraron todo lo que han estado poniendo en práctica durante la temporada; mostrando un plus de motivación e implicación necesario para estos partidos en los que hay tanto en juego. Además, contamos con más de 27.000 almas en contra, que no pararon de animar a su afición para que poco a poco, vuelvan a ser el equipo grande que fueron anteriormente. Nos fuimos con el sabor amargo de un gol encajado en los ultimos minutos y gracias a un penalty que nunca se debió haber señalado. Pero la experiencia de jugar en ese escenario ha sido, ya de por sí, muy positiva para futbolistas jóvenes y sin experiencia en grandes estadios.
Desde este soporte me gustaría pedir una vez más todo el apoyo de la afición mallorquinista para que, cuatro años después, el RCD Mallorca, vuelva a tener un filial en la categoría de bronce. Os puedo asegurar que vuestro calor llegará a los jugadores. Y el ascenso será un poco de todos.
Jaume Bauzá
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