Aulestia paró al local Kevin el sexto lanzamiento desde el punto de penalti que certificaba el cambio de categoría del Oviedo.

JOSÉ PALACIO
Mallorca sigue ligada a la historia del Oviedo. Si 21 años atrás los azules lograban aquí el ascenso a Primera, categoría que perdieron en 2001 en este mismo escenario, ayer lograron dejar atrás «el infierno» de la Tercera y, además, lo hicieron como viene siendo el signo del club azul en los últimos años, sufriendo hasta el final. El primer penalti, tras la tanda reglamentaria, fue el que dio el ascenso. Hedrera transformó su lanzamiento y Aulestia detuvo el de Kevin desatando la alegría y las lágrimas contenidas tras casi tres horas de tensión. La corta ventaja que traían los azules del Tartiere, gracias al solitario gol de Cervero, hacía presagiar que no iban a tener un partido fácil en Son Moix.

Los dos equipos introdujeron novedades con respecto al partido de ida. El Oviedo fue el que más cambios realizó. Gonzalo entró en el centro de la defensa sustituyendo a Fariña, mientras que Raúl se decidió a cambiar las dos bandas. Jaime jugó en la izquierda, en lugar de Invernón que retrasó su posición al lateral, mientras que Curro ocupó el puesto de Sergio Villanueva en la banda derecha. La otra novedad estuvo en la posición de pivotes, ya que Pelayo formó pareja con Mario Prieto. Por su parte, el Mallorca sólo realizó un cambio. Jaume Bauçà sustituyó al lateral Kevin, retrasó a Martí a esa posición y dio entrada a Nico buscando un mayor poder ofensivo. El Oviedo no entró bien en el partido. Todo lo contrario que el Mallorca B, que ya al minuto de juego había creado su primera ocasión de peligro en una falta sacada desde la derecha por Jaime, que remató de cabeza Carlos saliendo el balón desviado.

LNE