El manacorí, sustituto de Iniesta, brilla con la selección, con la que quiere estar en el Mundial de Suráfrica

SEBASTIÁN FEST. RUSTENBURGO (SUDÁFRICA) En mayo de 2008 se le heló la sonrisa al saber que Luis Aragonés, el mismo que lo había promovido en el Mallorca y en la selección, no contaba con él para la Eurocopa, pero un año después Albert Riera tuvo revancha, porque en buena parte gracias a él España no extrañó el domingo a Andrés Iniesta.
«Esto me da muchísima confianza tras la Eurocopa en la que me quedé fuera de la lista. El volver con este seleccionado y saber que el entrenador cuenta conmigo es una motivación extra, y por eso trato de hacerlo bien en el Liverpool, para que me siga llamando», dijo durante una entrevista con dpa uno de los protagonistas clave del 5-0 que España le endosó a Nueva Zelanda el domingo en su debut en la Copa Confederaciones.
En su décimo partido con la camiseta de la selección, Riera se entendió a la perfección el domingo con Capdevila y Cesc para nutrir de goles a Fernando Torres, David Villa y al propio Cesc. Su titularidad era una variante probable, pero nadie sabía cómo respondería ante el desafío de jugar desde el minuto cero en el debut de España en un torneo oficial.
El centrocampista respondió bien, muy bien. Convirtió la banda izquierda de España en una autopista sin peaje que siempre terminaba en el martirizado arquero ´kiwi´ Glen Moss.
«Nos hemos conectado bastante bien con Capdevila en la banda, hemos hecho bastante daño por ahí».
Todo indica que Riera asumió el desafío con la misma mentalidad con que decidió abandonar el Girondins de Burdeos y la nunca del todo convincente Liga francesa.
«Soy ambicioso, este proyecto no me convence. Quiero volver a España», le soltó al presidente del club, Jean-Louis Triaud, el manacorí, zurdo de calidad y buen físico pero algo inconstante.
Riera terminó en el Espanyol, donde su relación con la hinchada fue difícil pese a haber rendido en muchas fases a gran nivel. Se fue luego al Manchester City, volvió al Espanyol en 2006 y al final, un año atrás, pudo dar el salto al ´spanish´ Liverpool, en el que también juegan Pepe Reina, Álvaro Arbeloa, Xabi Alonso y Fernando Torres.
Riera, de 27 años, dijo a dpa que no es sustituto de nadie, ni siquiera de Iniesta, el jugador español del momento.
«No está el compañero Iniesta, que está lesionado, y los periodistas me preguntaron si estaba para susttuirle. Yo dije que no vengo a sustituir a nadie, sino a sumar para hacerlo bien y que España gane esta Copa. Se ha demostrado que en España sale uno, entra otro y lo sigue haciendo igual de bien». «España hizo un gran fútbol. Se nota que los jugadores lo estamos pasando bien», añadió.
Riera ríe cuando se le pregunta si se está situando como el segundo deportista más famoso de Manacor, la localidad mallorquina en la que nació Rafel Nadal, número uno del tenis mundial.
«No soy el segundo, pero la verdad que Manacor está sacando buenos deportistas», señaló el hombre que ganó en el 2003 la Copa del Rey con el Mallorca.
La seriedad vuelve cuando se le dice que el seleccionador Vicente del Bosque podría probar otras variantes hoy miércoles ante Irak y el sábado frente a Sudáfrica, en el último partido de la primera fase.
«Aquí estamos 23, todo el mundo quiere jugar, yo el primero, pero tenemos partido cada tres días, habrá que rotar un poquito. Sólo pueden jugar 11, se trata de que todos estén contentos y de que al final ganemos la Copa».
Porque eso es lo que quiere Riera: ganar el 28 de este mes la final de la Copa Confederaciones. Y estar en el Mundial, claro, para no verlo por televisión como le sucedió con la Eurocopa: «Ahí queremos estar todos».

DIARIO DE MALLORCA