El presidente busca contra reloj un comprador que se haga con la mayoría accionarial.

R. CABOT/A. VIDAL. PALMA. El presidente del Real Mallorca, Mateu Alemany, regresó ayer por la noche de Londres donde, desde el lunes, ha negociado con un intermediario que, aparentemente, representa intereses de empresarios del Este de Europa. Alemany, que el próximo martes día 30 firmará la compra de las acciones de Vicenç Grande por 1,5 millones de euros, presentó a este intermediario los números del club, que reflejan una deuda total bruta de 85 millones de euros, alrededor de 50 neta.
El hecho de que Alemany viajara a la capital inglesa es sintomático. Demuestra, por un lado, que intenta a toda costa encontrar un comprador de las acciones del club; y por otro, que pierden fuerza las opciones del grupo de empresarios que representa el ex técnico Llorenç Serra Ferrer y el del ex director deportivo del Menorca Bàsquet, Sunil Bhardwaj, que no han dado señales de vida.
El último en interesarse por la situación financiera del Mallorca ha sido Carlos González, empresario madrileño que iba como vicepresidente en la candidatura de Juan Onieva a la presidencia del Real Madrid. Pero, al igual que los dos anteriores, tampoco se ha pronunciado en un sentido u otro.
El 30 de junio es una fecha señalada en el calendario para conocer el futuro inmediato del Mallorca. Pero no es definitiva. Si el próximo martes no ha fructificado ninguna de las negociaciones que se tienen en marcha para la venta, Alemany será el nuevo dueño del club. Pero no querrá decir que las opciones de venta se hayan terminado. El presidente puede dejar el club en manos de un comprador durante el mes de julio o, incluso, agosto, aunque el tiempo juega en contra de la persona o personas que quieran desembarcar en la entidad rojilla. Por esto, Alemany ha puesto en práctica el denominado plan B, que consiste en desprenderse de cualquier jugador con el objetivo de inyectar de liquidez a una entidad en quiebra técnica.

DIARIO DE MALLORCA