SUSANA M. CAMPOY
«¿Es la Eurocopa?¿La de verdad?». Esta frase fue la más repetida en la puerta de la sede del Consell de Formentera en la jornada de ayer, donde a primera hora de la mañana quedó instalado y bajo escolta de la Policía Local el trofeo de la Eurocopa 2008, ganada por España en Viena el pasado verano. La incredulidad era lógica porque Formentera «es tan pequeña», decían algunos, a lo que otros añadían «lo último que se espera uno es ver la Copa de Europa de naciones en Formentera».
Los flashes se pusieron en acción desde el primer instante en que la Copa quedó expuesta. Sólo por la mañana fueron varios centenares de personas los que curiosearon en la puerta del Consell para retratarse luego junto al trofeo. La ubicación de la sede de la máxima institución insular, en pleno centro de Sant Francesc, ayudó a que muchos aficionados al fútbol, no necesariamente españoles, decidieran hacerse una foto con la Eurocopa.
Es el caso de Giuseppe Fortugno, turista ataviado con la camiseta azul de la selección italiana. Al menos diez fotos se dejó hacer tanto por su cámara como por la de otros. Con la Copa levantada. «Como italiano, celebro la Eurocopa porque la ganó España, pero no lo haría si hubiera sido Francia», declaró. Aficionado al fútbol desde siempre, confesó que su jugador preferido de la selección española es Fernando Torres.
Llegados de Alemania, un matrimonio y su hijo pasean por el centro y ven la Copa de Europa. El abogado Zvi Tirosh, que habla algo de castellano con cierto acento latinoamericano, plasmó su ilusión en pocas palabras: «Es una vez en la vida que puede uno tocar el trofeo de la Eurocopa». El desfile de gente, sobre todo durante las horas de mejor temperatura, fue constante. Grupos de amigos, funcionarios y familias, residentes y visitantes de la isla, tocaron, besaron y agarraron el ´invitado´ más especial de la Fiesta del Fútbol Pitiuso 2009, que se celebrará hoy a partir de las 20,30 horas en el Recinto Ferial.
Otra familia que acudió en masa fue la de la recepcionista del Consell, Virginia. Su hija y sus dos nietos fueron fieles a la ´Roja´. Rafael López recordó que, siguiendo la tradición familiar -proviene de Valencia-, cuando España ganó la Eurocopa salieron «con petardos a la calle para celebrarlo». Consideró un honor ver el trofeo en directo. «Es algo extraordinario, cuando me ha llamado mi abuela no lo podía creer, afirmó.
Al final del día, quedó la sensación de que la Eurocopa es un premio de todos los españoles y una ilusión para cualquier aficionado al fútbol, que conoce la excepcionalidad de ver la Copa en una plaza pequeña en una isla mediterránea. Francisco Javier Alcaraz, trabajador y residente en la pitiusa menor, señaló que «todos tenemos el mismo derecho de ver la Copa, que no sólo sean los de Madrid o Barcelona, que nos ha costado mucho conseguirla». El privilegio de verla ya era un premio para todos.
DIARIO DE IBIZA
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