Bep Joan Casasnovas Ciutadella

Se muestra satisfecho de estar al frente de un club con mucha historia en nuestra Isla al tiempo que agradece y no olvida la labor de sus antecesores que han hecho posible que la Unión siga proyectándose. Rafel Olives Sintes (Maó, 45) iniciará ahora la tercera temporada en la presidencia de la UD Mahón, entidad fundada el 22 de noviembre de 1922, por lo que cumplirá 87 años de historia dentro de cuatro meses.

A sabiendas de lo que ha sido la Unión, ¿qué quiere usted que sea ahora?
Nos gustaría que fuera otra vez lo que fue en su tiempo. Un club con presencia. Claro que no podemos aplicar lo mismo de antes porque corren otros tiempos. Queremos, eso sí, mirar hacía adelante, ser alguien, tener protagonismo. En la Unión, han sido muchas las personas que han hecho una gran labor, debemos tenerlo en cuenta y nosotros debemos proseguir con esta intención.

Entonces, ¿qué metas se fija ahora mismo la Unión?
Nos gustaría ir consiguiendo metas, está claro. A mí me gustaría que, por ejemplo, el primer equipo ascendiera a Tercera División. Pero me interesa muchísimo la cantera. La verdad es que otra meta, otra ilusión, es ver un día al primer equipo formado con sólo jugadores de la cantera, pero sabemos que es un cosa difícil.

¿El ascenso a Tercera es una meta permanente, fija?
Cuando nos presentamos a una competición, como ahora la Regional, está claro que queremos quedar campeones y nos gustaría jugar las fases de ascenso. Esa meta siempre está ahí, otra cosa es que se pueda. Nunca renunciaremos a Tercera. Nos gustaría también ascender el equipo de juvenil a la Liga balear. Sería muy bueno para el club, sin duda.

Pero al margen de estas metas deportivas, en el club existe la voluntad de otras metas globales. Queremos conseguir más cosas; un buen ambiente, un buen entorno social, que el club sea activo… Para eso ya tenemos fútbol sala femenino y la reactivada sección de patinaje con 90 alumnos.

¿Son, en estos tiempos, más difíciles los objetivos?
Está todo más complicado. Mirando fotografías antiguas constatamos el gentío que se congregaba en al campo de San Carlos. Ahora hay más cosas; televisión, más ocio, más ofertas deportivas. Todo es más difícil.

¿Y gestionar un club, se presenta ahora como un sacrificio?
En mi caso no es un sacrificio, pero sí un gran esfuerzo, que, no obstante, lo veo recompensado por la gente del club, por hacer una labor social importante.

Pero corren tiempos difíciles para todos, también para la Unión, se supone…
Evidentemente. A la crisis cabe añadir que un club tiene ahora muchos gastos a nivel federativo. El arbitraje en Regional cuesta 205 euros, cuando ingresamos 50 de taquilla; el seguro, 70 por jugador. Además las cartulinas para las fichas han pasado de 1’5 euros a 3. Sólo el cartoncito. Luego pagar la licencia. En este sentido la federación debería ser también sensible a la crisis que también afecta a los clubes. Todos nos ajustamos en gastos y debería tenerse en cuenta.

¿Cómo están las relaciones con el Menorca y el Sporting Mahonés?
Pues muy bien. Son muy buenas. Tanto con Ángel Río como con Paco Segarra. No hay ningún problema. Lo anterior es historia.

¿Y por qué cree que el Sporting busca fuera de Maó sus afiliaciones y no lo ofrece a los clubes de Maó?
No sé. El Sporting no nos ha planteado ningún tipo de acuerdo ni colaboración. Si lo hiciera, lo debatiríamos y se plantearía a los socios. Pero no se ha dado el caso.

¿Mantiene la misma idea de club que cuando llegó a la presidencia?
Sí, en general sí. Pero en el ecuador de mi mandato hemos optado por un cambio, una apuesta de futuro. Ha sido la contratación de Elías Noval como coordinador del club y a la vez entrenador del primer equipo. Estamos muy ilusionados con esta nueva apuesta.

DIARIO DE MENORCA