Los socios y aficionados del Atlètic Ciutadella tienen todo el derecho a sentir temor por el futuro de su equipo. Con problemas económicos difíciles de superar, la junta directiva que desde hace aproximadamente un mes preside Bep Oleo y dirige en la parte deportiva Javi Ogazón afirman estar trabajando y, en palabras de ambos, se sienten «más optimistas que ayer» con el rumbo que está tomando el club. De hecho, ayer por la tarde Ogazón tuvo una nueva reunión con responsables de Serprosport, una empresa que, como se indica en su portal de internet, está «especializada en la gestión de actividades deportivas, que ofrece una amplia gama de servicios relacionados con la actividad física, la salud y el ocio».

Pero, lo dicho, el temor de la reducida masa social bermellona a que pueda ocurrir algo parecido a lo que pasó la pasada campaña con Samba i Gol es razonable: las palabras del anterior presidente del club, Manolo Aguilar a este periódico el pasado día 1 de este mes fueron concluyentes entonces. «Pensaba que las cosas saldrían mejor, que habría más ayuda y apoyo. El tema de Sambaigol nos hundió. Miquel Franco inició un proyecto, una idea con Sambaigol y al final fue un fracaso. Esta gente no respondió y se nos vino todo encima (…) La situación del Atlètic ahora se debe al engaño de Sambaigol». Concluyente.

Ahora, en su lucha por equilibrar su economía, formar una plantilla suficiente para la Tercera División -siguen faltando jugadores y técnico- y mantener y fomentar un fútbol base, la directiva actual vuelve a confiar en otra empresa. Toda cautela es poca y no tiene que ocurrir lo mismo. Al menos, Ogazón es rotundo. «No entregamos las llaves del club». Mejor así.

DIARIO DE MENORCA