SEBASTIÀ ADROVER Y TOORU SHIMADA. ENVIADOS ESPECIALES A KÖSSEN (AUSTRIA)
El Mallorca sufrió la primera derrota de la pretemporada ante el Múnich 1860. Un rival que evidenció una ostensible superioridad física. Los jugadores de Manzano no estuvieron finos en ningún aspecto del juego, algo habitual a estas alturas de curso. No obstante, las carencias ofensivas salieron a relucir durante los noventa minutos.
El primer aviso lo dieron los bávaros. Ghvinianidze disparó a puerta a bocajarro y Aoaute se lució por primera vez esta temporada. El más despierto de la zaga isleña era Ramis, que con su contundencia y buena colocación abortó dos peligrosas acciones locales. Los teutones encontraron petróleo en la derecha dadas las facilidades que ofrecía Josemi, demasiado lento. Los rojillos acusaban su falta de ritmo y sus carencias a la hora de ir hacia arriba. No había juego por la bandas, más allá de alguna aislada incursión de Varela, ni por el centro, ya que ni Martí ni Javi Castellano, demasiado planos, son los futbolistas indicados para romper por su zona. El ataque bermellón estaba condicionado a alguna jugada aislada. De hecho, un extraordinario pase de Josemi estuvo a punto de inaugurar el marcador. Aduriz ganó la espalda a la defensa alemana y se plantó ante Kiraly, pero su disparo se estrelló en el poste. No obstante, el 1860 volvió a la carga, pero se encontró con Aouate. En la reanudación, la dinámica no mejoró. Todo lo contrario. Los de Múnich se aprovecharon de su mayor rodaje a costa de un Mallorca sin chispa. Los cambios no surtieron efecto y el control del balón pasó a tener acento germano. Nunes sacó un balón sobre la misma línea de gol tras un remate de Rösler. Hasta que pasó lo que se veía venir. Lauth cabeceó a placer desde dentro del área y batió a Aouate. Gol. Era el minuto 64, todavía había tiempo. Con Tejera y Víctor sobre el césped, los isleños mejoraron en cuanto a posesión de balón, pero seguían demasiado lejos de la meta. Incluso los alemanes pudieron marcar algún gol, pero les faltó acierto. Víctor, por último, tuvo su oportunidad con un cabezazo, pero salió alto por muy poco.

Manzano

El entrenador del Mallorca, Gregorio Manzano, quitó hierro a la derrota. «No hay que sacar conclusiones, ni positivas ni negativas, por este partido. Era la primera vez que muchos futbolistas jugaban juntos», dijo. Acerca de si tiene intención de dar de baja a Webó y Corrales, el técnico dijo: «No voy a hablar de rumores periodísticos, pero no tengo noticias de que sea así».

DIARIO DE MALLORCA