El club aseguró ayer que liquidará la deuda con los jugadores y, de momento, evitará el descenso a Tercera.

Los actuales responsables del Terrassa por fin están dispuestos a pagar la deuda que el club tiene con la plantilla para que, de esta forma, los jugadores retiren las denuncias que han interpuesto en la AFE por impago. Tras el ultimátum del juez y la postura inamovible de la Federación Española, Kiko Sánchez, Jesús Fernández y Manel Ferrer han aceptado hacerse cargo de este pago y evitar perder los derechos sobre la entidad. “Mañana -por hoy- haremos el ingreso y a ver si podemos trabajar ya más tranquilos”, comentaba un agotado Kiko Sánchez.

Hoy viernes harán efectivo el ingreso en la LFP de los más de 200 mil euros que adeuda el club y con ello evitarán el descenso administrativo a Tercera división. Esta decisión les permitirá ganar tiempo por buscar una nueva fórmula legal que los deje seguir compitiendo a Segunda B, pero tras pagar todo parece indicar que podrán empezar el campeonato sin problemas. “Nos hemos reunido con el juez y éste estudiará cambiar el auto para que la RFEF no encuentre trabas legales para darnos los derechos”, comentaba Kiko Sánchez. Y es que Sánchez quiere empezar de nuevo, aunque sabe que sólo es un primer paso, muy importante, pero sólo el primer paso. “Todos estamos cansados de este tema, pero hemos decidido arriesgarnos y llegar hasta el final. Yo lo que único que quiero es que el Terrassa juegue en Segunda B y eso lo he dicho desde el primer día”, comentaba el presidente del Terrassa.

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