S. CANDELA Diario de Ibiza publicó el pasado 16 de abril que un grupo inversor italiano estaba interesado en comprar al Eivissa por un millón de euros, que era aproximadamente la deuda que tendría el club al final de temporada. Los directivos estaban dispuestos a negociar y a pesar del escepticismo de los aficionados –publicado el 4 de mayo– los 53 socios que acudieron a la asamblea el día 24 de junio aprobaron por unanimidad la llegada de este grupo, al que en ningún momento le ha gustado ni ha querido hablar de cifras o de dinero.

El acuerdo, según se dijo en la asamblea, era que este grupo aportaría un millón de euros aproximadamente a cambio del 80 por ciento del club, pero hasta ahora sólo han enviado unos 8.000 euros, según confirmó ayer a este rotativo el presidente de la entidad Pedro Ortega. El pago más importante y urgente que tenía que hacer era el de medio millón de euros para saldar la deuda que se tiene con los jugadores y entrenadores, pero el dinero no ha llegado y el Eivissa ha sido descendido en los despachos por falta de pago, a pesar de que el vicepresidente Antonio Stina sigue afirmando que ha mandado la transferencia desde Roma.

Los aficionados deportivistas ya no le creen y ahora se preguntan cómo ha sido posible que la directiva ibicenca vendiera el 80% del club sin que este grupo inversor haya ingresado o enviado las cantidades pactadas con la junta y aprobadas en la asamblea de socios.

La cuestión es que se ha esperado hasta última hora para solventar el problema económico y ha sido inviable, por lo que ahora sa Deportiva se ha visto abocada a su descenso a categoría Regional y a su consiguiente desaparición.

DIARIO DE IBIZA