El Estadio Mahonés se vistió ayer de gala para inaugurar la primera jornada del Torneo Ciutat Maó, que este año celebra su segunda edición. Los colores azulgrana adornaban cada rincón del campo, mientras, en las gradas, el ambiente que se vivía era insuperable. Nadie quería perderse el partido que enfrentaba al equipo local, el CD Menorca, ante el FC Barcelona. Y el espectáculo no defraudó. Pese a que desde el primer minuto de juego los de Javier García se mostraron superiores física y técnicamente, los jugadores de Lluís Vidal fueron a hacer su partido y a disfrutar de tal decoración. El fútbol así da gusto. La grada animaba y celebraba cada gol con alegría, hasta que Pau Pons marcó el gol para los locales. Entonces, el jolgorio se convirtió en algo más y la alegría se apoderó de todos: aficionados y jugadores. El 1-7 que reflejaba el marcador al final del encuentro, no fue una mera anécdota de un encuentro en el que todos disfrutaron. Incluso Pons, cuando fue expulsado por protestar un gol anulado al colegiado.
El Barça pasó a la final sin problemas y se medirá al conjunto mallorquín, puesto que éste salió airoso de su duelo ante el Penya Ciutadella de División de Honor. Pese a que la superioridad del conjunto foráneo hacía presagiar un abultado resultado, similar al choque anterior, nada más lejos de la realidad.
El equipo de Tóbal Tudurí opuso gran resistencia a los ataques del Mallorca y resultaron ser dignos rivales. Imprimiendo rapidez y calidad en su juego, los ciutadellencs dieron la cara pero nada pudieron hacer ante los dos goles del equipo rival, obras de Iván y Miguel Ángel.
Hoy se vivirá la segunda y última jornada de este trofeo parece haberse consolidado en Maó. A las 18.30 CD Menorca y Penya Ciutadella se juegan el tercer y cuarto puesto. A las 20.30, final y puro espectáculo.
DIARIO DE MENORCA.
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