G. L. S. Juan Carlos Sanz y José García, jugadores con contrato en vigor en el Eivissa, se presentaron ayer en el estadio de Can Misses para incorporarse a los entrenamientos, pero no lo pudieron hacer porque en el club se lo impidieron.
A los dos futbolistas les dieron un documento que reflejaba que estaban exentos de ejercitarse con el primer equipo en la sesión vespertina de ayer, que comenzó a las 18,30 horas, pero que se deben presentar hoy, a las 11 para entrenar en solitario.
El club ha decidido que entrenen aparte de la plantilla que dirige Onofrio Barone a la espera de tomar una decisión respecto a sus contratos. A día de ayer, ninguno de los dos sabía si tendrían un entrenador titulado junto a ellos, tal y como exigen sus convenios y sólo comentaron que se presentarán en el campo como les han reclamado.
En un principio, Antonio Stinà, vicepresidente del club, quiso hablar con ellos, pero finalmente no lo hizo. La intención del agente FIFA es que tanto Juan Carlos como José retiren las denuncias que tienen interpuestas contra sa Deportiva en la AFE. También, a primera hora de la tarde de ayer, se les llegó a decir que, o retiraban esas denuncias, o no jugarían en el Eivissa. Ante estas amenazas, tanto el defensa como el mediapunta podrían tomar medidas y pedir la presencia de un notario que diera fe de lo que está sucediendo. «Nos han dicho que Stinà vuelve el sábado y aquí estaremos hasta entonces para ver si se soluciona esto», señaló Sanz.
Esta no es la primera vez que el club rojillo aparta a un futbolista de la disciplina de la primera plantilla, ya que sucedió lo mismo cuando Kirian se entrenó al margen durante casi dos meses por decisión de la secretaría técnica.
DIARIO DE IBIZA
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