El inminente despido de Marcos Martín como coordinador del fútbol base es la última muestra de su poder.

SEBASTIÀ ADROVER. PALMA. Javier Martí Asensio no se fía ni de su sombra. El consejero delegado quiere ejercer su control absoluto del Mallorca. Quiere tener constancia de todo lo que suceda en el seno del club, desde la última factura que se debe pagar como el primer recibo que se tiene que cobrar. Cualquier detalle, por insignificante que parezca, debe ser puesto en su conocimiento. Así se lo ha hecho saber a sus más allegados en su intento de reestructurar todos los departamentos de la entidad. No va a quedar ninguno sin tocar, ya no sólo en su número de efectivos, sino que también cambiará el estilo de trabajo de cada uno de ellos.

Hasta la semana que viene no se hará pública ninguna decisión, pero la dirección deportiva será una de las que más cambiarán su fisonomía. De hecho, fuentes del club aseguran que se está trabajando para la reorganización de una parcela en la que quedará excluido el coordinador del fútbol base, Marcos Martín de la Fuente. El ex futbolista rojillo, que ayer celebraba sus 41 años, no quiso hacer declaraciones al respecto cuando fue requerido telefónicamente por DIARIO de MALLORCA. Será una de las víctimas del nuevo organigrama que diseña el hijo del propietario. Todo un golpe para el director deportivo Nando Pons, que fue su gran valedor para acceder al cargo.

El objetivo es claro: reducir la plantilla de setenta y cinco trabajadores que tiene el club para aligerar las arcas y reubicar a alguno de sus efectivos. De hecho, el nombre del sustituto de Marcos es Paco Navarrete, que actualmente ocupa su sillón en la secretaría técnica. De esta forma, este hombre de club pasaría a rendir cuentas a Martí Asensio y no a Pons, como hasta el momento. Esto provocará que el trabajo se acumule sobre la mesa del despacho del director deportivo. No podrá delegar tanto al disponer de menos efectivos a su disposición. El dirigente exige un mayor control del gasto en todos los capítulos, con principal atención al de los fichajes. Considera que se ha despilfarrado el dinero en las anteriores etapas que ha atravesado el Mallorca. «Llegaremos hasta donde tengamos que llegar para que los gastos y los ingresos se equiparen y podamos equilibrar los balances», dijo Martí Asensio en la rueda de prensa que ofreció el miércoles. Más claro es imposible. El recorte de personal es inminente, ya no sólo en el apartado deportivo, sino en el de comunicación y márketing del club. «No queda más remedio. La realidad es la que es y la situación económica es difícil», lamentó resignado.

Sin embargo, los acuerdos con Air Europa y Sol Meliá suministran oxígeno al club. No aportan dinero en efectivo, pero la caja dejará de gastar más de un millón de euros en viajes y alojamientos durante sus partidos lejos de Son Moix. El mando de Martí Asensio se ha notado, sin ir más lejos, en la llegada del luso Bruno China, que no deseaba Manzano y que ha tenido que aceptar en su plantilla. Eso sí, el madrileño está cumpliendo con lo pactado. La plantilla ya ha cobrado los 90.000 euros de prima que le tocaban al ganar al Xerez tras el acuerdo por las primas –30.000 euros por punto–. Una cantidad que no han recibido ni Pons ni Manzano debido a que en su contrato –se dobla esta cantidad– no figura esta cláusula, a pesar de que en anteriores temporadas recibían el ingreso a la vez que los jugadores. Ambos percibirán el dinero, pero el club tiene hasta el 30 de junio para hacer efectivo el pago. Otra muestra de autoridad de Martí Asensio.

DIARIO DE MALLORCA