La respuesta del fútbol inglés a la propuesta de la FIFA de limitar a 18 años la edad mínima para el traspaso de futbolistas de un país a otro no se ha hecho esperar. Si el fin de semana Arsène Wenger hizo un llamamiento a enfrentarse a la medida, ayer se conoció que la Premier League prepara una auténtica revolución que, disfrazada en proteger al fútbol base local, se enfrenta directamente con los postulados del máximo organismo internacional.

Los veinte clubs de la primera categoría inglesa aprobaron una normativa por la cual, a partir del próximo curso, todas sus plantillas estarán limitadas a un máximo de 25 jugadores, de los que al menos ocho deberán haber sido formados en el fútbol base inglés o galés un mínimo de tres temporadas entre los 16 y 21 años. A simple vista, dicha norma apunta a un refuerzo decidido por la cantera propia… Si no fuera porque en ella no se hace mención ninguna a que dichos jóvenes deban ser británicos.

Dicho de otra forma, el escándalo surgido hace una semana con la sanción al Chelsea por el fichaje ‘irregular’ de Gael Kakuta lejos de frenarse, es animado por la nueva normativa, que tiene ejemplos más que evidentes con futbolistas como Cesc Fàbregas, Fran Mérida o Federico Macheda, por nombrar a tres futbolistas ‘mediáticos’.

Richard Scudamore, jefe ejecutivo de la Premier, negó que las nuevas normas vayan a animar a los clubs a acumular jóvenes futbolistas extranjeros, e insistió en que la medida beneficiará en última instancia a la selección inglesa, si bien no pudo, o no quiso, explicar cómo evitar los fichajes de juveniles, o infantiles incluso, procedentes de otros países. Más aún, el dirigente advirtió que “esta norma dará a los clubs un incentivo para invertir en jóvenes. Creemos que uno de los beneficios será el de ayudar al equipo nacional inglés. La intención es: mejor formar que comprar”.

Hace apenas una semana la FIFA anunció la intención de frenar la emigración indiscriminada de jóvenes promesas para proteger a sus clubs de origen y a los propios deportistas, la mayor parte de los cuales tras abandonar su casa, acaban sin hacer realidad su sueño de triunfar. Ayer, desde Inglaterra, la Premier saltó a la palestra. Y bajo la excusa de una protección absoluta a la cantera, lanzó un reto en toda regla al máximo organismo internacional.

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