Isaac Cuenca (Reus, 18 años) tiene una habilidad especial con el balón en los pies. En el Juvenil A lleva marcados ya cinco goles en los últimos tres partidos que le hacen ‘pichichi’ y es habitual ver en sus actuaciones alguna filigrana de crack. Unas veces le salen y otras, no. Por eso, en alguna ocasión se ha ganado la advertencia cómplice de su técnico, Javier García Pimienta, que durante un entrenamiento a comienzo de la presente temporada le dio algún consejo a modo de ‘toque’: «Menos filigranas y juega más fácil».

A Isaac le gusta hacer malabarismos con el balón, es innato en él, y hace un par de años, aburrido, se puso a juguetear con el balón en un polideportivo de Reus. Si uno pone su nombre en Google, lo primero que se encuentra es un video de ‘youtube’ grabado por su amigo Ferran Blasco que es sensacional. Isaac coge el balón y no lo suelta hasta habérselo pasado por todas las partes de su cuerpo con una habilidad asombrosa. Esa es una de sus principales virtudes como futbolista. También la rapidez y una buena técnica.

Isaac llegó al fútbol base azulgrana en la temporada 2002-03 y estuvo dos años (Alevín A e Infantil B) hasta que a mitad de la temporada 2004-05 se marchó a Reus, al Santes Creus, para crecer físicamente (era bajo y delgado) y para tener, en casa, los minutos que no le daban en el Barça. El año pasado fichó por la Damm hasta que, en verano, los ojeadores del Barça le repescaron. Vio la oportunidad de su vida: volver al club de sus amores tras rechazar ofertas de clubs como el Villarreal o el Espanyol.

Isaac es mediapunta, pero en el 4-3-3 juega de interior o extremo, tanto por la banda derecha como por la izquierda. Es diestro pero maneja bien la zurda, y su técnica es exquisita. Actualmente atraviesa su mejor etapa, con cinco goles en los tres últimos partidos del Juvenil A sin ser un goleador nato. Isaac sabe lo que cuesta llegar arriba, entre otras cosas porque Gai, Thiago, Bartra o Montoya, con los que compartió equipo en su primera etapa azulgrana, se lo recuerdan. Cuenca espera que, algún día, también le llegue la oportunidad. Por eso, el consejo que García Pimienta le dio meses atrás se lo toma muy en serio. Lo primero es el trabajo y las filigranas, para los vídeos con los amigos

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