Si nos ceñimos a la estadística, el Sporting Mahonés tiene un problema que sale a relucir ahora con más virulencia tras haber sufrido tres derrotas consecutivas: le falta gol. Esa carencia evidente, sin embargo, no empaña todavía la trayectoria positiva que lleva el equipo, instalado cómodamente en el centro de la clasificación y alejado en 8 punto de la zona de descenso.

Después de once jornadas el equipo de Joan Esteva está entre los menos realizadores del grupo con 10 dianas, contando con que dos de ellas fueron convertidas en propia meta por sus rivales, Valencia B y Orihuela, aunque la de este último el árbitro concedió el gol en el acta a Guillem Martí.

Los datos, además, reflejan que esos ocho goles se los reparten sólo tres jugadores, dos delanteros y un defensa (Guillem Martí -5-, Antonio Trujillo -3- y Jeroni Coll -1-). El resto de la plantilla, incluidos los dos máximos goleadores de la Tercera División hace un par de campañas, Manel Sala y Mario Mora, permanecen en blanco.

La producción ofensiva del equipo ha descendido, está claro, puesto que la dificultad para construir ocasiones de gol crece en una Liga tan exigente como esta. El Sporting quizá acuse, además, la falta de un mayor poder creativo que, en principio, debe llegar a través del talento de Raúl Vates cuya reaparición podría producirse ya este fin de semana.

Joan Esteva inició la Liga con Manel Sala y Mario Mora en el equipo inicial pero tras la sexta jornada cambió y concedió la titularidad a los otros dos atacantes, Trujillo y Martí. Tanto Mario Mora como Manel Sala han arrastrado ciertas dolencias que quizá han incidido en que todavía no hayan visto puerta en lo que llevamos de campeonato pero de ambos se espera mucho más.

Los próximos compromisos ante Gavà, en Maó, Sant Andreu, en Barcelona, y Dénia, de nuevo en Maó, han de servir para que el equipo se reencuentre con el gol como vía necesaria para recuperar la senda de los buenos resultados.

DIARIO DE MENORCA