La sonrisa imborrable de Nigeria

La Sonrisa de Nigeria
La Sonrisa de Nigeria
Nigeria acoge, gracias a la designación de la FIFA, el Campeonato del Mundo de fútbol de selecciones sub 17. La gran pasión de los nigerianos es el fútbol; su selección es de las más temidas del continente. Amabilidad y espíritu de colaboración son las grandes cualidades de este pueblo al que la pobreza y las enfermedades, que le castigan, son su caballo de batalla.

Ibrahim Mgbwok estudió en Cuba. Sus padres, miembros de una familia adinerada de Nigeria, pudieron costearle su estancia en el país centroamericano. Su dominio del castellano ha hecho que la FIFA le contrate para ser intérprete de la selección española durante la estancia de ésta en Nigeria, en su participación en el Campeonato del Mundo de fútbol sub 17.

El de Ibrahim puede repetirse en algunos casos. Sin embargo, la mayoría de la población nigeriana cuenta con una renta muy humilde. Tener, a veces, menos de un euro significa poder sobrevivir. Lo habitual es no tener nada.

De la esclavitud a la opulencia

Considerado el país más poblado de África, con más de 150 millones de habitantes, Nigeria (Najia) evolucionó cuando en los años 60 se encontró petróleo en su subsuelo. La economía nigeriana pasó de ser agrícola y de pastoreo a industrial. Hoy en día es uno de los países africanos más desarrollados aunque la fuerte dependencia del petróleo y que éste se encuentre en manos de empresas extranjeras, hace que existan grandes desigualdades sociales. Mientras la mayoría de los nigerianos vive con menos de un euro al día, otros pueden permitirse lujosos coches o grandes extensiones de terreno en donde edificar sus viviendas. El alto grado de corrupción es debido a esa gran carencia económica de unos y a la opulencia de los otros.

La variedad de tradiciones de las más de 250 etnias que coexisten en el país le aportan una gran diversidad y riqueza cultural. Al igual que la mayoría de países africanos, Nigeria también conoció la esclavitud y, posteriormente, la colonización, en este caso británica, antes de obtener su independencia en 1960. Tras varias guerras civiles y golpes de estado, Nigeria es en la actualidad una República Federal, un país donde las tensiones entre musulmanes y cristianos son constantes.

Colores del arco íris

Los nigerianos están orgullosos de una de las figuras del país, Wole Soyinka, primer africano que consiguió el Premio Nobel de literatura, en 1986.

Sus trajes tradicionales son algo a destacar. Los caballeros portan pantalones y casacas de seda y telas adamascadas, mientras que las mujeres, muy tímidas ante la visita de los extranjeros, cubren su cuerpo con vestidos muy coloridos. Les gustan tanto los colores que son expertos en el tinte de las telas.

El fútbol es para los nigerianos su gran pasión. Hasta ahora, en los partidos que la selección española ha disputado en la ciudad de Kano, las gradas aparecen abarrotadas de público. Los precios de las localidades oscilan entre 200 y 3.000 nairas (1 y 10 €). Las calles, aledañas al estadio, se llenan de un público muy ruidoso que aplaude al paso del equipo español.

Todo se vende y se compra

En los mercados, al aire libre, todo se puede vender y comprar. La cultura del regateo es lo habitual. Las verduras amontonadas por los suelos; los animales paseando por las calles sin asfaltar y los vendedores implorando que les compres sus productos, es la imagen de un día de mercado.

En los cruces de las calles los vendedores te ofrecen bolsas de agua. Nigeria, encapotada por el polvo del desierto sahariano, tiene una temperatura siempre elevada. Los peores meses van de abril a junio, en donde se superan los 40º diariamente. Kano, la ciudad que acoge estos días a la selección española, está dentro de la zona más seca del país. Lagos y Calabar son las ciudades, que al borde del delta del río Niger, cuentan con mayor humedad en el ambiente.

Y por donde vayas, las lagartijas de gran tamaño limpian el ambiente de insectos. Surcan los muros de las casas para adentrarse en ellas, corretean libremente por los caminos y son parte de una escena muy diferente a la que estamos acostumbrados a ver en nuestras ciudades.

Nigeria, es un país pobre económicamente pero multimillonario en ilusión y hospitalidad hacia quienes le visitan; el país de la sonrisa imborrable deja una huella imborrable en el corazón.

RFEF

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