La espantada de Martí Mingarro obliga al ex propietario a asumir la responsabilidad de salvar la entidad.
S. ADROVER / A. VIDAL. PALMA. Mateu Alemany ya ha pasado a la acción. El ex propietario del Mallorca ha lanzado un ultimátum de 24 horas a Javier Martí Mingarro para que le pague o le devuelva el club. La espantada de la actual propiedad, que no se presentó ayer a la reunión que tenían prevista a las once de la mañana con el anterior dueño, ha provocado que el de Andratx se haya puesto manos a la obra. Y le da tres opciones al madrileño para que se decida antes de esta noche. La primera es que resuelva la deuda de 500.000 euros que mantiene por el segundo pagaré, ya que si se hiciera efectivo no podría reclamar nada más. Eso sí, el abogado también exige garantías de que se pueda abonar el dinero que se le debe a los empleados de la entidad.
La segunda es que se llegue a un acuerdo entre las partes. De hecho, es la opción que intentó sin éxito ayer durante toda la jornada. Alemany considera que si los Mingarro le retornan el control de la entidad, todavía hay posibilidades de que se pueda reflotar. La vía amistosa es la más deseada, pero el isleño fue perdiendo la fe en esta posibilidad a medida que pasaron las horas. No obstante, aún tiene esperanzas.
La tercera opción es la que se antoja peor para el Mallorca porque dilataría la resolución del conflicto. El ex máximo accionista acudirá a los tribunales si Martí Mingarro no atiende ninguna de las dos primeras alternativas. Alemany cree que la justicia estará de su parte porque los dueños carecen de recursos suficientes para acreditar una liquidez que sirva para pagarle el medio millón de euros que le debe ni para gestionar la entidad con solvencia. Sin embargo, esto le daría tiempo a los Mingarro para recuperarse de esta crisis. El órdago ya está sobre la mesa del Grupo Safín. Los despachos de esta empresa de la capital de España son el centro de operaciones del dueño y de su vástago, Javier Martí Asensio. No quisieron desplazarse ayer a la isla a pesar de que tenían cita. De hecho, ni siquiera sacaron los billetes de avión, lo que demuestra que jamás tuvieron la intención de presentarse. Alemany incluso informó ayer al presidente de la Federació de Penyes, Xisco Bauçà, del desplante de los dueños. Quiere que la afición tenga en cuenta sus esfuerzos por recobrar el control de la entidad.
Según fuentes consultadas por DIARIO de MALLORCA, la oposición del consejero delegado es lo que está impidiendo el acuerdo porque Martí Mingarro ha arrojado la toalla. «Su orgullo llevará el club a la debacle», aseguró un miembro del consejo de administración de la entidad.
DIARIO DE MALLORCA
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