Unas 60 personas acuden a la primera reunión para reflotar el histórico club de fútbol que desapareció en 1993 por deudas.
PACO MURILLO El primer paso para el renacimiento de la Sociedad Deportiva Ibiza, el histórico club de fútbol que desapareció en 1993 por las deudas, se dio ayer en el hotel Royal Plaza. Unas 60 personas acudieron a la llamada de la ilusión movidos por el interés de poner en marcha una entidad que fue un referente en el mundo del balompié insular e incluso autonómico. Todos ellos estuvieron vinculados a la SD Ibiza de maneras distintas: aficionados, socios, jugadores, directivos. Ahora les une una motivación común: ver de nuevo en funcionamiento el club de sus amores.
Pero el camino para hacer realidad este proyecto no será fácil. El primer gran escollo que se tendrá que solventar es una deuda de 200.000 euros que existe con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) que se pensaba que había prescrito. Los impulsores de la idea conocieron pocas horas antes de la reunión este inesperado revés. Así se lo trasladaron a los asistentes Pepe Vidal (hijo de Cosme Vidal, uno de los fundadores de Sa Deporiva) y Tolo Darder (ex jugador del club), que actuaron de portavoces del grupo de personas que hamovido este proyecto. En la mesa principal también se sentó Pepito Bufí, con una larga trayectoria como directivo en la antigua Sa Deportiva.
El único punto de consenso al que se llegó anoche fue que se consultará a un abogado para ver cómo se puede abordar el pago de esta deuda. El delegado insular de la Federación de Fútbol de las Illes Balears (FFIB), Pepe Roselló, se ha ofrecido voluntario para hablar con el presidente de la FFIB, Miquel Bestard, el de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Ángel María Villar, y los representantes de la AFE para intentar negociar el aplazamiento de estos 200.000 euros e incluso una reducción de la cantidad. La deuda que sí ha prescrito –desde 2003– es la contraída con Hacienda, según explicó Vidal, y que ascendía a unos 14.000 euros.
En febrero se convocará una nueva reunión para informar de todos los avances y ver qué camino toma el proyecto. Porque la idea que no gustó entre un sector de los asistentes fue la fundación de un nuevo club, con un nombre distinto, como el de Sa Deportiva a secas, o aprovechando otros ya existentes como Ibiza Atlético, Ciudad de Ibiza y Eivissa CF (solicitando el permiso a sus correspondientes propietarios).
Sin embargo, no fueron todos los que cerraron las puertas a esta última opción. Entre ellos estuvo el del delegado insular de fútbol, que consideró que reflotar un club con una deuda tan importante como la que arrastra la SD Ibiza es una dificultad añadida que convendría evitar.
Se intentaron llevar a votación los dos extremos (club nuevo o refundación de Sa Deportiva), pero finalmente pesó más la idea romántica de retomar el curso del antiguo Ibiza a pesar del inconveniente que ha frenado el programa de ruta previsto.
Momento de nervios
Precisamente, cuando los portavoces de la iniciativa desvelaron que existía una deuda en vigor de 200.000 euros se produjo un pequeño conflicto entre Roselló y Bufí, que llevó a este último, incluso, a levantarse de la mesa presidencial, pero afortunadamente imperaron la cordura y las ganas de dar pasos en positivo.
«Algunos han dicho la realidad, que nos habíamos reunido para reflotar la Sociedad Deportiva Ibiza y hemos encontrado un impedimento que no pensábamos. Lo hemos debatido aquí, pero no estamos para pelearnos porque así mejor nos quedamos en casa. A ver si encontramos una solución», declaró Tolo Darder. El punto de partida se puso ayer. Rostros que en el pasado estuvieron vinculados a la entidad, como Braulio Díaz, Bartolo Clapés, Juanito Riera de Can Alfredo o Ramón Arasa, entre otros, acudieron a la llamada de los impulsores de la idea. En febrero, nuevo capítulo.
DIARIO DE IBIZA
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