Luis Rueda evalúa el primer tramo de temporada, otorga gran parte del éxito a la directiva y a los futbolistas y lanza un mensaje a la afición: «Necesitamos vuestro apoyo»

Rubén J. Palomo

Luis Manuel Vázquez Rueda (Oviedo, 07-12-1975) está dirigiendo una Peña Deportiva que podría pasar a la historia por su solidez y sus resultados. El asturiano conjuga a la perfección un carácter firme con una mano izquierda que aprecia y respeta su vestuario. Ingenioso y mordaz en el lenguaje, el ex del Lanzarote peca en exceso de modestia a pesar de liderar un auténtico equipazo y reconoce que habría recibido de buen gusto algún refuerzo invernal. Rueda defiende a capa y espada tanto a sus muchachos como al cuerpo técnico y la directiva que entregó su confianza en una joven apuesta de futuro. Su respuesta, un primer puesto consolidado y unos números que pueden pasar a la historia del club.

-¿Cómo le está yendo por la isla?

-Muy bien, bastante contento en lo deportivo y en lo personal. Es muy diferente a Canarias, sobretodo por el clima; allí es verano todo el año y aquí es más parecido al peninsular. Con la gente muy bien porque estoy teniendo muy buen trato.

-Parece que se ha integrado muy bien en el club y en Santa Eulària.

-Soy una persona bastante abierta y doy lo que recibo. Tenía otras ofertas de Tercera y Segunda B, pero cuando Toni Torres, como portavoz de la directiva, me propuso la idea y me expuso lo que quería, tuve la corazonada de que podía salir bien. No ya por los resultados, pero sí porque iba a estar a gusto.

-Supongo que tendrá el ego por las nubes al estar en la cresta de la ola.

-Yo en ese sentido lo tengo muy claro. El éxito no es mío ni del cuerpo técnico, todo el éxito es de los futbolistas.

-¿Cree también usted, como el presidente, que este equipo se habría salvado en Segunda B?

-Me halaga muchísimo que haya dicho eso, pero no puedo opinar porque no conocía el otro equipo. Esta plantilla habría competido, pero no es comparable, no sabría decir. Vengo de esa categoría y sé cómo es, pero seguro que habríamos tenido opciones. Aún así, no quiero compararlo.

-Entre tanta alabanza también tendrá alguna ‘chinita’ en el zapato…

-No tengo ninguna chinita, ahora mismo es cuando más alerta y más preocupado estoy, entre comillas. El fútbol es redondo y gira, todos hablan bien de nosotros y de mí como responsable, pero el halago debilita y la autocomplacencia es muy mala para competir. Intentamos sacar cada partido y jugarlo como si fuera el último.

-Las cosas no pueden ir mejor, pero quizás un regalito de Reyes le habría venido bien.

-La directiva tiene el informe que yo pasé de la primera vuelta tanto del presente como del futuro y son cosas privadas. No estoy en condiciones de exigir nada porque la plantilla es competitiva y la situación económica del país no invita a ir pidiendo algo que quizá se necesite. Todo lo que han podido hacer por el equipo lo han hecho.

-¿Cuál es la piedra angular de su trabajo en la Peña?

-Primero he conseguido formar un buen equipo de trabajo. Las cuatro personas que están conmigo: Jordi Marí, Muriana, Gerard Garcés y Rosa Vergara, así como el delgado Pepe Maci han hecho posibles un buen grupo de trabajo; fiable, inquebrantable y muy sólido. También que en el vestuario sólo se hable de fútbol, que tenemos unas normas de conducta muy buenas y eso va muy unido a cómo funciona el club desde arriba. En cuestión de pagos, de cariño y de un trabajo a nivel directivo que es causante de los éxitos deportivos. Forman parte y son tan culpables de que el equipo esté en esa posición como el resto.

-¿Ha visto en alguno de sus futbolistas algo que no hubiera visto antes en otro jugador?

-He visto jugadores buenos. Sé que tengo buenos futbolistas, pero lo que destaca es el funcionamiento colectivo. Los veteranos tienen la misma o más ilusión que los jóvenes. Los que vienen de Segunda B están compitiendo en Tercera con un nivel de honradez terrible y los nuevos se han aclimatado muy bien por cómo les ha tratado el resto.

-¿A qué equipo ha visto con condiciones de arrebatarles el título?

-A todos. De los que están arriba, todos. Quedan muchos puntos y no hemos hecho nada, los cuatro o cinco primeros pueden tener muy buena racha y por eso no me gustan tantas flores a algo que sólo tiene un camino, que es disputar el play off y el ascenso. Si no se consigue, todo quedará en una buena liga y una decepción. Retornar a Segunda B depende también de la fortuna del cruce, pero aún no pensamos en eso.

-¿Sus rencillas con Mario Ormaechea están solventadas?

-A eso prefiero no contestar.

-¿Qué le diría a los aficionados de la Peña Deportiva?

-Estoy eternamente agradecido a los que van al campo, pero me gustaría que la afición fuera más caliente y se volcara más con el fútbol del equipo porque su apoyo va a ser fundamental. Tendremos momentos malos, tendremos un pequeño bajón debido a la intensidad y el cansancio de los jugadores y ellos van a ser determinantes y parte del éxito. Me gustaría que acudieran más porque el equipo se está dejando la piel. A todos se lo agradezco.

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