El Ibiza acumula una deuda de 1,5 millones de euros

Imagen de la asamblea extraordinaria de la UD Ibiza-Eivissa celebrada el pasado mes de septiembre.  VICENT MARÍ
Imagen de la asamblea extraordinaria de la UD Ibiza-Eivissa celebrada el pasado mes de septiembre. VICENT MARÍ

La Societat Esportiva Ibiza-Eivissa, club que no figura registrado oficialmente, tenía al final del mandato de Pedro Ortega una deuda acumulada de unos 800.000 euros correspondientes a las tres últimas temporadas.

Ahora, seis meses después, y con Antonio Stinà como vicepresidente del club, la deuda casi se ha duplicado, aunque la entidad deudora es inexistente. Con el nombre oficial de Unión Deportiva Ibiza-Eivissa sólo constan deudas con la Federación

IBIZA | SEBASTIÁN CANDELA El Ibiza es una ruina. ¿Qué Ibiza? Es imposible saberlo con exactitud porque existen dos entidades, una legal y otra que no consta oficialmente en ningún registro. Algunas denuncias están puestas contra la UD Ibiza Eivissa, que es el nombre que figura oficialmente en la Federació de Fútbol de les Illes Balears, pero la mayoría de ellas y hasta los contratos futbolísticos y empresariales están firmados con la Societat Esportiva Ibiza Eivissa, una entidad fantasma. No existe. Sólo se sabe que hubiera sido el nombre oficial del club si se hubiera convertido en una sociedad anónima, pero esta posibilidad no fue viable por la falta de documentación del conjunto ibicenco.

Ambas entidades, la real y la virtual, sin embargo, siguen acumulando deudas y denuncias indistintamente y en distintos organismos.

Según los cálculos realizados por Diario de Ibiza, tras consultar con la mayoría de las personas y empresas acreedoras, Sa Deportiva debe actualmente un millón y medio de euros aproximadamente, con un margen de error de unos cincuenta mil euros, porque varias personas y entidades no han querido facilitar las cantidades exactas que se les adeuda o porque todavía no se han decidido a presentar las correspondientes denuncias.

Esta cifra equivale a que el Ibiza en seis meses casi ha duplicado la deuda que tenía acumulada de tres campañas hasta el 15 de agosto de 2009 (800.000 euros de las temporadas 2006-07, 2007-08, 2008-09), cuando en la propuesta de contrato entre la SE Eivissa Ibiza y Antonio Stinà figuraba que Stinà se comprometía a pagar 800.000 euros para adquirir el 80 por ciento de la que, en teoría, sería la futura sociedad anónima.

Después, en septiembre, una asamblea extraordinaria de socios aprobó la venta del Ibiza a Antonio Stinà, aunque había un apartado, concretamente el 12º, que señalaba que en caso de que el italiano no pagara la cantidad acordada se rescindiría el contrato, pero esta cláusula nunca se aplicó.

Ahora, meses después de aquella fantasmagórica venta, el Ibiza sigue dando tumbos sin rumbo y sin razón de ser. Es una agonía deportiva y social con fecha de caducidad porque no hay solvencia económica ni vías de solución, a pesar de que Antonio Stinà anunció hace unos días que tenía un nuevo inversor, lo mismo que había dicho en Diario de Ibiza el 30 de octubre pasado, pero no apareció nadie entonces y ahora parece que podría repetirse la historia.

El pasado lunes el representante de jugadores y vicepresidente del Ibiza le dijo a Ibón Begoña que ayer por la mañana le llamaría para decirle a qué hora llegaría hoy a la isla. No hay constancia de que llegara.

Antonio Stinà no le llamó y, de nuevo, se le sigue esperando (en los últimos cuatro meses ha estado dos días en Eivissa).

Jugadores, técnicos, empleados, administrativos, acreedores, propietarios de tiendas de ropa, restaurantes y de autobuses tendrán que seguir esperando para conseguir hablar con él. Cobrar será otra cosa.

DIARIO DE IBIZA

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