Toda esta fiebre de fútbol femenino que hay ha generado una serie de debates en torno a una actividad que está recién comenzando y que ya tiene detractores que lo denominan como “un deporte aparte del fútbol masculino”. ¿Sera así?

La historia del fútbol femenino está llena de dificultades para tratar de imponerse a lo largo de los años, con problemas en la gestión de las federaciones, el poco apoyo que se tuvo en un comienzo desde las grandes organizaciones futbolísticas mundiales y principalmente el machismo imperante hasta nuestros días. Sin embargo, han pasado los años y estamos en un momento en que el fútbol femenino ya tiene el apoyo de la UEFA, la FIFA y otras organizaciones continentales, los que de a poco validan esta actividad en conjunto con la de hombres. En este punto es donde empiezan los problemas.

Como en todo ámbito de cosas, casi siempre hay 2 visiones que se contraponen.

El fútbol es solo para hombres

Esta frase la he escuchado y leído un montón de veces y se ha transformado en la bandera de lucha de mucha gente que opina en contra del fútbol femenino. Conozco gente que aborrece de las mujeres relacionadas con el fútbol (ya sea jugándolo u opinando sobre el), considerando que es un área solo para los hombres y que el sexo opuesto nada tiene que hacer ahí.

Con respecto a la práctica misma del fútbol, critican el paupérrimo estado físico de las jugadoras ), la falta de técnica y fuerza para jugar, la poca velocidad que muestran en los partidos (“corren con freno de mano o con un saco al hombro”) y la nula disciplina táctica que se ve a menudo, con goles ridículos que se alejan de lo que es este deporte. En resumen, una vergüenza.

Otra critica que se hace es la de que muchas mujeres practican este deporte por moda, participando de los equipos femeninos, o de los colegios privados como pasa en Estados Unidos, cosa que solo sirve para pasar el rato, encontrar una manera “cool” de hacer deporte, sin tener ninguna proyección de futuro producto de que la mayoría va a terminar entrando en la universidad, o trabajando y no se van a dedicar “profesionalmente” al fútbol.

Por último, se critica la apariencia física de las jugadoras y la actitud “amachada”o «marimachos» de algunas jugadoras, lo que potencia la posición de que solo los hombres pueden jugar este deporte.

Las mujeres pueden desarrollarse en el fútbol sin mayores problemas

En la vereda del frente, los que están a favor de las mujeres en el fútbol lo hacen con la premisa de que cualquier persona puede practicar el deporte que quiera y que poco a poco se lograra mejorar el nivel en los países que llevan poco tiempo practicando fútbol. Pese a que existe un grupo que seguramente se toma el asunto del fútbol femenino como una reivindicación del género, hay que ser un poco menos fanático para analizarlo,  y ver las cosas buenas que crecen alrededor de esta actividad.

Machismo e intolerancia es lo que se respira entre los aficionados al deporte rey

Como respuesta a las críticas que se les hacen a las mujeres futbolistas, se dan ejemplos del desarrollo que tienen las potencias mundiales. Estados Unidos, Alemania, Noruega y Suecia son algunos de los países en donde la actividad se desarrolla con gran nivel y son estos mismos países los que animan los mundiales que se han jugado hasta el momento. En estos países se juega profesionalmente, llevan años trabajando y culturalmente no han sido tan cuestionados.

Los que están a favor del fútbol femenino no pretenden igualar a los hombres en cosas físicas (sería bastante ridículo hacerlo) pero si en aspectos futbolísticos. Al observar un partido entre las mejores selecciones femeninas del mundo, se puede ver lo mismo que en un partido de hombres (aciertos y errores), con jugadoras muy bien preparadas en lo físico y algunas con un talento que ya se lo quisieran algunos jugadores de la liga. Futbolistas veloces, fuertes, disciplinadas tácticamente y con la visión de juego necesaria para desarrollar un fútbol fluido son algunas de las características que se ven en el extranjero y que las jugadoras españolas  deben ser capaces de aprender si quieren ser valoradas positivamente, sobre todo en categoría regional, ya que en categoría Nacional existe un gran nivel.

En España, esta actividad está en pañales, es un deporte amateur, y los detractores del fútbol femenino han aprovechado esta oportunidad para “hacer leña del árbol caído”, enviándoles un mensaje a las niñas para que se dediquen a las labores de casa.

La opinión que se tiene del futbol femenino en el mundo, está basada en lo que se ve y en lo que se quiere ver. Por esto mismo, el trabajo que se debe realizar en España para profesionalizar la actividad es tremendo. Mayor cobertura en los medios y una organización que establezca las bases para el desarrollo del fútbol femenino desde la base son algunas de las cosas que ayudarían a mejorar la actividad y “limpiar” una imagen que no todo el mundo va a analizar en profundidad porque no les interesa.

Todavía hay hombres que piensan que no hay machismo en el fútbol, simplemente porque creen que ellos son mejores en este deporte, que un partido de fútbol femenino es infumable, y creen que no está infravalorado, pero señores las mujeres también juegan al fútbol, las jugadoras no tienen  que avergonzarse de ser mujer y jugar al fútbol, a todos estos que opinan que el fútbol sólo es de hombres les debemos decir «Las mujeres si sabemos de Fútbol», para que dejen  de denostar el fútbol femenino con aseveraciones como «no saben jugar como los hombres», a lo mejor deberíamos pedirles que las niñas jugaran al fútbol y los niños a la comba en el recreo, sería una manera de desterrar roles machistas ya establecidos.

mjtamurejo