Uno de los principales afectados por la entrada del Mallorca en concurso de acreedores va a ser el director deportivo, Nando Pons. El máximo responsable de la parcela deportiva de la entidad rojilla va a tener muy complicado, por no decir imposible, conservar los privilegios con los que le obsequió el anterior propietario, Vicenç Grande.

Nando Pons, que no ha dado ni un paso para defender sus intereses y que tiene claro que se tendrá que «apretar el cinturón, como todo el mundo», se verá obligado por los administradores concursales a devolver el millón de euros que cobró como prima del traspaso de Dani Güiza al Fenerbahçe turco en el verano de 2008. El delantero internacional fue traspasado, oficialmente, por quince millones de euros.

Los tres administradores, que serán nombrados por la magistrada del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma, Encarnación González, tendrán potestad para revocar las decisiones adoptadas en la etapa anterior y que consideren gravosas para la entidad.

En el club se da por hecho que a Pons se le hará devolver esta cantidad. Pero no será la única decisión en contra de los intereses del director deportivo. En otra decisión de Grande perjudicial para la entidad y que comprometía a quien viniera detrás de él, también se tirará atrás su contrato blindado, que le aferra a la silla hasta el final de su relación con el la entidad rojilla.

Los contratos más elevados de los empleados de la entidad estarán en el punto de mira de los tres administradores, que aterrizarán en el club con la única misión de supervisar las decisiones del Consejo de Administración, que deberá actuar de la forma más escrupulosa posible para que no se tumben las decisiones que adopten.

La relación de Alemany con Pons ha pasado de buena a simplemente correcta. El máximo accionista del Mallorca no ocultó a su entorno más próximo su decepción cuando el director deportivo defendió públicamente a Grande en una rueda de prensa. Desde aquel día, la relación entre ambos es más que fría, aunque ello no es óbice para que Alemany siga considerando a Pons como un buen profesional y al que le reconoce muchos de los aciertos en el capítulo de fichajes y en su forma de gestionar la parcela deportiva. Sin embargo, uno de los reproches que se le hace es que no ha sabido convencer a Gregorio Manzano de la necesidad de contar con la cantera, que ha sido ninguneada durante la etapa del andaluz en el club. Asimismo, como explicó Alemany en la rueda de prensa del martes, se le recrimina que ha mirado más por los intereses del equipo que por los del club.

Fue cuando el propietario puso el ejemplo de que «desde la dirección deportiva se nos comentó la necesidad de realizar un fichaje en el mercado de invierno por un millón de euros, cuando no podíamos».

Nando Pons, con contrato en vigor hasta 2014, sólo seguirá si acepta adaptarse a la nueva etapa en la que entra el club con el concurso voluntario de acreedores. En el caso de que no acepte una considerable rebaja en sus emolumentos, con la más que segura retirada de su contrato blindado, al club le saldría mucho más económico desprenderse de sus servicios, en el caso de que quisiera. En cualquier caso, lo que es evidente es que Pons será uno de los principales afectados por la entrada del club en concurso.

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