Miguel Angel Miranda, profesor de Zoología de la UIB, explica que se trata de una especie que prolifera en épocas de temperaturas suaves, aprovechándose de la aparición de lluvias especialmente copiosas que crean charcos y humedales en los que crece y se reproduce multiplicándose por cinco el número de ellos.
Se han recibido numerosas quejas ya que la picadura de este mosquito es muy dolorosa, entre las siete y las diez de la noche que son las horas de mayor actividad para el insecto.
Hemos recibido quejas de un entrenador de Son Ferriol que nos comunica que se ha tenido que suspender un partido y entrenos ya que es imposible dadas las picaduras, que los chavales desarrollen actividad alguna deportiva en esas condiciones, sólo piden que alguien a quien corresponda se desplacen al lugar y lo vean y pongan una solución a tan molesto problema.
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