Actualmente, el fútbol base balear es un mercadeo constante de jugadores y entrenadores donde lo único que se premia es ganar, cueste lo que cueste. Esto es lo único que les vale a los padres, jugadores, entrenadores, clubes… Aunque con ello se pierdan muchos de los valores que al final forman a las personas.
Ante esta situación, me llama mucho la atención las quejas de los padres por comportamientos incorrectos de los clubes y viceversa.
Los padres / jugadores.
Bajo mi punto de vista, son los grandes culpables de todo lo que está pasando en el fútbol balear. Es el “cáncer necesario”.
Actualmente, pocos son los chavales que llevan toda una vida en el mismo club. Niños que con 12 años ya han estado en varios clubes, a uno por año, son el claro síntoma de que esto no está funcionando como debe. ¿Se imaginan lo mismo con el colegio? ¿Alguien puede pensar que su hijo estudie 1º Primaria en La Salle, 2º lo haga en San Cayetano, 3º en el Lluís Vives, 4º en Madre Alberta y 5º en San Francisco? ¿Qué pasaría con el chaval si se hiciera así? Simple. Cada año nuevos amigos, un modelo distinto de enseñanza al que adaptarse, una nueva manera de comportamiento y saber hacer las cosas… En definitiva, un descontrol.
Esto es, ni más ni menos, lo que está pasando en el fútbol actual. Cada año, padres ambiciosos que se creen que tienen a Messis o CR9s y que les llama tal o cual equipo y pierden la cabeza por fichar allí o allá, al mejor postor…
Luego, critican acciones similares por parte de los clubes. Cada año los clubes denominados “grandes” hacen descartes y todo el mundo mira hacia el otro lado hasta que un año, antes o después, les toca al suyo y montamos un Cristo… Lo más fuerte es que no se critica el acto, sinó que ha sido a su hijo, nada más…
Esos mismos padres critican que no pueden descartar a su hijo, pero luego no tienen ningún miramiento en irse cuando un Mallorca o San Francisco llaman a su puerta. Aquí no les importa si juegan en un club de barriada desde pequeños o si el club ha hecho un esfuerzo por ellos… Simplemente se van porque se creen que en un sitio u otro va a aprender más. Grave error, ya que en esos sitios, cuando haya algún jugador mejor en su posición no dudarán en largarlo.
¿Y luego qué, volvemos al club de antes exigiendo? ¿O por vergüenza se prefiere ir a otro club, para no tener que “rebajarse” a volver y admitir que uno se ha equivocado?
Un dato curioso: este año el padre de un jugador de D.Honor me comenta que si su hijo tal o Pascual, porque juega en D.Honor y el Espanyol o el Valencia o el Barça o tal… ¿Saben cuántos jugadores de D.Honor hay cada año? 1 equipo = 20 jugadores. Cada grupo, 16 equipos (20*16=320 jugadores) y hay 7 grupos en total (7*320=2240 jugadores). Si, si… Aproximadamente 2240 jugadores juegan en División de Honor en España!! Menos de un 1% llega a ser jugador profesional… Por favor, no nos volvamos locos.
Para acabar con los padres, es muy difícil encontrar a uno que diga los defectos de su hijo. Todo son virtudes… Nunca se equivocan y todo lo hacen bien… Háganselo mirar. Por cierto, no todo el mundo sirve para jugar a fútbol. Se puede seguir perteneciendo a la familia futbolística como entrenador, árbitro, etc. Pero no todo el mundo sirve. Es duro decirlo, pero solo es la realidad.
Los entrenadores
Creo que son los menos culpables, ya que la gran mayoría de ocasiones si limitan a cumplir órdenes puestas por los clubes.
Eso sí, también tienen culpa… Las ganas de ganar les pueden aunque para conseguirlo deban hacer injusticias con niños/chavales. Antes de todo, deberían ser formadores, donde lo único que debería importar es que los niños entrenen bien, como Dios manda, que aprendan valores como el respeto, educación, compañerismo, colectividad… Cierto es que los padres poco ayudan en esto, ya que solo miran a “su” hijo, nunca al equipo.
Luego también están los “pack-entrenadores”. Cada año están en un club, arrastrando a los jugadores que les interesa y ofreciendo a los clubes sus servicios y el “pack” de jugadores que se llevan con ellos. Esto también hace mucho daño al futbol, ya que es un muy mal ejemplo para los jugadores.
Además de estos entrenadores, también tenemos la figura del coordinador. Esta figura tampoco debe tener escrúpulos y sin ningún problema puede pasar de un club a otro llevándose a 20/30/40/50 jugadores de un club a otro… ¿No creen que eso es una vergüenza?
Eso sí, nada de esto ocurriría si los que mandan sobre los niños, es decir los padres, se opusieran a este tráfico indiscriminado de niños/chavales…
Los clubes
Creo que son los que deberían marcar las directrices de los coordinadores y entrenadores, teniendo en cuenta lo que quieren hacer… El problema es que las ganas de ganar también les superan y lo único que vale es tener el mejor equipo, a los mejores jugadores, para poder ser campeones.
No tienen en cuenta si para conseguir esos objetivos deben dejar de contar con chavales de la casa, formados desde siempre en el club, para traer a otros “supuestamente” mejores. Al igual que los chavales en los que siempre se ha confiado no tienen reparos en marcharse en cuanto les llega una oferta de un club “supuestamente” mejor…
Ahora mismo, creo que todo el mundo está de acuerdo en que los 2 mejores clubes de la isla son el San Francisco y el Mallorca, sin orden de preferencia.
Un escalón por debajo, están CIDE, Manacor, La Salle, Penya Arrabal, Sallista…
¿Alguien me puede decir cómo actúan estos clubes? Muy simple… Cogen a unos jugadores un año, los que según su criterio sirven seguirán el año que viene y los que no, o haya alguno mejor en otro equipo, a la calle. Esto año tras año… Del San Francisco por poner un ejemplo, el único jugador que recuerdo haya jugado toda la vida en el club se llama Marc Aguiló. Cómo el San Francisco, todos los clubes arriba mencionados actúan de una manera similar, aunque el Manacor y el Sallista es menos acrecentado, ya que tienen un mercado menor y con menos movimientos.
Creo que los clubes deberían “fer un pensament” y plantearse todo esto… También es cierto que los que dejan que los clubes mercadeen con los jugadores son ellos mismos y los padres.
En esta época de fichajes, movimientos, rumores… En esta época del todo vale, incluyendo la mentira, es conveniente reflexionar sobre los movimientos que se realizan y si realmente es necesario cambiar de aires y, lo más importante, porqué cambiar de aires.
Ahora, seguro que aparecerán comentarios de que yo no soy así, de que mi hijo no es así porque es el club el que lo ha echado, etc. Pero lo cierto es que, generalmente, esto funciona así.
Otros criticarán que yo, como entrenador, hago lo mismo que los demás… El único problema es que así como está montado el fútbol balear hoy en día o haces esto o te quedas en casa porque no puedes entrenar en casi ningún club. Es lo único que puedes hacer, te guste más o menos.
Para acabar, los únicos que pueden acabar con esta mercadería son los padres. Ténganlo claro. Piensen si aceptarían que su hijo cada año tuviese que cambiar de colegio… ¿Qué pensarían?
M. Perez para Fútbol Balear
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