Luces y sombras para el Real Mallorca en lo que se refiere a la amenaza de veto europeo. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) dio ayer carpetazo a la denuncia del Villarreal, pero derivó la decisión de excluir al conjunto bermellón a la UEFA.

El organismo presidido por Ángel María Villar ha optado por inhibirse de un proceso que se había complicado después de que la semana pasada la juez del concurso de acreedores del Mallorca acudiera en auxilio de la entidad balear mediante un auto judicial.

Sin embargo, la amenaza no ha terminado. Fuentes federativas señalaron ayer a este diario que la pelota ha vuelto al tejado de la UEFA. El máximo organismo del fútbol europeo tomará una decisión en los próximos días, pero ya ha anunciado que impugnará el auto de la magistrada Encarnación González. «Quieren enviar una señal muy clara: los tribunales de justicia ordinarios no deben meterse en los asuntos del fútbol. No tolerarán intromisiones de este tipo», explicaron desde la Federación.

En la notificación judicial que tanto ha irritado a la UEFA, la magistrada Encarnación González requirió a la Española que se «abstenga de tramitar cualquier acción o expediente que pudiera tener como consecuencia la revocación de la licencia UEFA otorgada al Mallorca (…) por razón de su declaración en estado de concurso». En consecuencia, proseguía el escrito, «se lleven a efecto los trámites oportunos para su participación en la competición europea para la que se encuentra clasificado».

Tampoco han sentado nada bien en el organismo presidido por Michel Platini las gruesas declaraciones de Mateu Alemany sobre este asunto, cuando hace unos días amenazó con demandar a Villar y al propio Platini en caso de que tomaran en consideración la denuncia del Villarreal y excluyeran al equipo de la competición europea por estar en concurso de acreedores.

De este modo, el futuro europeo de los rojillos vuelve a estar en manos de la UEFA después de que este organismo delegara la decisión en la Española.

La impugnación del auto de la juez del concurso de acreedores abrirá previsiblemente un complejo proceso judicial que podría durar años, por lo que el club parece abocado a un largo conflicto con el máximo organismo del fútbol europeo.

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