Responsables deportivos del Ayuntamiento de Ibiza se han reunido en los últimos días varias veces con los representantes de los clubes de fútbol del municipio y han llegado a un principio de acuerdo sobre la explotación del bar del estadio de Can Misses, la publicidad estática de la instalación y el uso de los vestuarios.

Una de las prioridades de la concejalía de Deportes ha sido que los equipos llegaran a acuerdos puntuales entre ellos para evitar, en lo posible, la intervención del Patronato de Deportes.

Según ha podido saber el bar será explotado al cincuenta por ciento por el Atlético Isleño y el Eivissa C.F. El Consistorio les comunicó que si no pactaban la explotación del local saldría a concurso público. Al final, decidieron abrir el bar y los beneficios, si es que los hay, serán para ellos a partes iguales.

Por lo que respecta a los vestuarios, el Ayuntamiento también ha querido que hubiera consenso y el vestuario grande donde se cambiaba hasta la temporada pasada el Eivissa Ibiza lo ocuparán un año cada uno. Solo tienen que decidir quién es el primero en hacerlo. Si no se arreglan, el Ayuntamiento sorteará quién será el primero.

Por lo que respecta a la publicidad estática del estadio, parece que también hay acuerdo y es muy posible que las directivas de ambos clubes busquen a una persona o empresa para que contrate los espacios publicitarios y se repartan los beneficios al cincuenta por ciento.

El Insular y la Penya Blanc i Blava, que también pertenecen al municipio, podrán insertar publicidad en las instalaciones municipales, pero no participarán en la explotación del bar porque sus equipos juegan en Can Misses 2 o en Can Cantó, según han dicho fuentes municipales.

También se han mantenido reuniones con las directivas de los equipos de Ibiza sobre el mal estado del césped de Can Cantó y se les ha comunicado que las obras comenzarán la semana que viene y que durarán un mes aproximadamente. La instalación del nuevo césped artificial costará más de 300.000 euros y solo afectará a uno o dos partidos de Liga.

Los equipos, que se habían quejado en varias ocasiones por el mal estado del terreno de juego, aceptaron empezar a jugar en otros campos de fútbol.

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