Mario Ormaechea admite que la bronca del descanso sirvió para que el equipo reaccionara.
SEBASTIÁN CANDELA La plantilla del Sant Rafel entonó el mea culpa por la nefasta primera parte que jugaron el domingo contra la Penya Arrabal, un equipo recién ascendido a la Tercera División y que acabó con empate a un gol. Todos los jugadores consultados reconocieron ayer a este rotativo que jugaron 45 minutos «deplorables».
«La verdad es que tuvimos un mal día todos, fue un día extraño y lo cierto es que salimos empanados. Tuvimos una torrija importante. Menos mal que al final conseguimos empatar», declaró ayer el delantero Carlos Fernández, que admitió que en el descanso su entrenador, Mario Ormaechea, los abroncó para intentar corregir los defectos que se vieron, especialmente en la primera media hora del encuentro.
El entrenador así lo reconoció y admitió que discutió con varios jugadores en el vestuario porque no estaban haciendo lo que él les había pedido: «Hablé con varios futbolistas porque no estaban jugando como habíamos hablado y yo estaba bastante enfadado, pero no pasó nada especial. Ocurrió lo que ocurre en casi todos los partidos. Para eso están los descansos, para intentar corregir todos los errores y en este caso surgió el efecto deseado porque en la segunda mitad jugamos bastante mejor y al final conseguimos empatar y hasta pudimos lograr el triunfo».
El entrenador no entró en los pormenores de la bronca, aunque sí dijo que con uno de los jugadores con los que discutió fue Ángel García y que éste le había dicho lo que pensaba. «Pero no pasó nada más. Yo le dije lo que no me gustaba y él me contestó lo que opinaba de mis apreciaciones. Puede ser que fuera en un tono un poco alto pero no hubo insultos y tampoco nos encaramos como se ha comentado. No es cierto».
El técnico admitió que tiene un carácter muy fuerte y que a veces sus gritos en la caseta se oyen desde lejos, pero insistió en que es su manera de ser y que no piensa cambiar: «¿Que si me pierden las formas? Rotundamente, no. Yo soy así y no creo que cambie».
El punto conseguido finalmente apaciguó los ánimos entre los integrantes del Sant Rafel y ahora el equipo ya está centrado en preparar el derbi contra la Peña que se jugará el sábado, a las 20 horas, en el campo municipal.
Para este encuentro el equipo azul ya dispondrá de Bonilla y en la portería estará el andorrano José Antonio, que llega el jueves a Eivissa tras jugar hoy contra la selección de Irlanda.
Diario de Ibiza
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