El bloque pitiuso ultima su puesta a punto de cara a su histórica participación en la segunda liga femenina española
PACO MURILLO Las jugadoras del Atlético Jesús ya han iniciado la cuenta atrás para el que será su histórico debut en el grupo III de la Primera Nacional Femenina de fútbol, este domingo recibiendo en su campo al Cornellà de Terri (12.30 horas).
El club pitiuso, recién llegado a la categoría, tiene como único y principal objetivo la «permanencia» en la que probablemente será una temporada complicada para el bloque que entrena Rafa Campillo. A diferencia de lo que fue el curso pasado en el campeonato autonómico, en el que su superioridad fue manifiesta con la mayoría de los rivales, a priori, a las rojiblancas les tocará sufrir en éste.
Sin embargo, la «ilusión» con la que parten todas las integrantes de la plantilla del Jesús, cuerpo técnico y aficionados puede ser un factor muy importante para hacer una buena temporada en la que es la segunda categoría del fútbol femenino nacional, ya que por encima solo está la Superliga.
El rol del conjunto pitiuso debería ser, salvo sorpresa mayúscula, el de codearse con los equipos de la zona baja de la competición y eludir las tres plazas de descenso que habrá en juego (aunque el mejor antepenúltimo de todos los grupos obtendrá la permanencia, por lo que ésta puede ser otra vía de escape). Mantenerse «sería un éxito», explica su entrenador, que toma como referencia lo que sucedió la temporada pasada, en la que de los tres equipos que bajaron dos eran de Balears (Collerense B y Atlético de Paguera). «El nivel que tenemos aquí aún está por debajo del que hay en Catalunya», señala Campillo.
Deberá batirse el cobre con equipos como el Cornellà del Terri –primer rival–, la Penya Blanc i Blava La Roca, Sant Andreu y el Levante Las Planas, que con un potencial mucho menor al resto no pueden pensar en objetivos más ambiciosos.
En la zona media de la clasificación deberían colocarse conjuntos como el Europa, el Lleida, el San Gabriel B –recién ascendido–, el Cerdanyola del Vallès y el Sporting Ciutat de Palma –el otro representante de Balears junto al Jesús, que este año quiere dar un salto de calidad y su objetivo es mirar más hacia arriba que hacia abajo–. Todos ellos tienen mucha tradición en fútbol femenino y muchos experiencia considerable en la categoría.
En la zona noble hay cuatro candidatos al título. Ahí deberían estar dos filiales de clubes muy potentes, como son el Espanyol B y el Barcelona B (que la temporada pasada fueron segundo y tercero, respectivamente). Sin embargo, ninguno de ellos podría subir porque sus primeros equipos ya militan en la Superliga.
Las quinielas también indican que deben moverse en la zona más alta el Vic UE y el Girona FC, «cuyo discurso está siendo el de subir de categoría», apunta Rafa Campillo.
Diario de Ibiza
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