Alineaciones:

España: Dolores Gallardo, Ana Mª Catala, Ivana Andres, Laura Gutierrez, Nagore Calderon, Gema Gili, amanda Sampedro, Alexia Putellas, Sara Merida, Raquel Pinel ( Paloma Lázaro min. 78), Paula López.

Brasil: Daniele, Ingrid, Caroline, Lucimara, Roberta, Andressa, Paula ( Tatiane min. 86), Beatriz, Thais, Glaucia ( Luana min. 63), Jucinara (Tainara min. 68).

Goles: 1-0 Pinel min. 35, 2-0 Nagore min. 65, 2-1 min. 76 de Ivana Andrés en propia puerta.

Árbitro: Sachiko Yamagishi, asistido en bandas por Honk Kum y Zhang Lingling y como cuarto árbitro Wang JIa.

Tárjetas: por España a Ivana Ancrés, y por Brasil a Beatriz.

Comentario::

España consiguió vencer a Brasil por 2-1 en un durísimo partido en el que golearon Raquel Pinel y Nagore Calderón y donde el trabajo de las españolas fue brillante. Las de Jorge Vilda se enfrentarán a la República de Corea por un puesto en la gran final.

En Couva, en un día extraño por otoñal hasta en las temperaturas, se enfrentaban España y Brasil y, sin embargo, el guión fue el mismo de todo el campeonato. España se quedó con el balón y la selección que tenía enfrente esperaba, salía a la contra y se fiaba a las jugadas a balón parado.

Las de Vilda, tocando, tuvieron la primera ocasión clara en el minuto 4, tras una jugada por banda de Nagore Machado, que en el uno contra uno es casi imparable, y un centro suyo que remató Sara Mérida al travesaño. España ganaba la batalla del centro del campo, hacía circular el balón y cansaba a las rivales (la hierba, tras la tormenta, estaba perfecta), cuando de nuevo enlazaron Nagore y Sara en un pase en profundidad que la última no pudo rematar a puerta. Mientras, las brasileñas jugaban sin capitana. Su referencia en el centro del campo no aparecía, y todo su argumento eran balones a las dos delanteras, corpulentas y con potente disparo.

Minuto 18 y se cuece otra jugada marca de la casa: Amanda regala un pase en profundidad a Nagore, ésta recorta y centra, pero el remate de Raquel Pinel lo despeja la guardameta contraria. Era la segunda oportunidad clara. Por contra, el primer disparo claro que agarró la brasileña Thais, lo tuvo que mandar Lola Gallardo a saque de esquina. Jorge Vilda salió del banco para pedir tranquilidad y toque, cuando se cumplía el primer cuarto de partido. España quería encontrar el pase perfecto deprisa, pero éste aparecía con paciencia. Así, entró por banda Alexia Putellas para poner un centro que por poco no remató Amanda Sampedro.

Brasil vivía del pelotazo, sobre la línea defensiva española, salvo cuando conducía su capitana.

Las de Vilda conseguían crear sensación de peligro entrando por los extremos. De ellos vinieron dos centros que no encontraron remate a la media hora de juego. Precisamente, Alexia, a saque de falta, remató de cabeza un balón que pasó cerca de la escuadra. Y de nuevo la extremo izquierda fue la que robó un balón a la lateral y metió un extraordinario pase medido entre las centrales y la delantera centro de España, Raquel Pinel, no falló. Fue el primero de España, en el minuto 35, y el fruto al buen trabajo general de la Selección Sub17. Y aún las de Vilda pudieron rematar el segundo, con una nueva jugada por banda que dejó pasar Raquel para que Amanda rematara ajustado al palo, por fuera de la meta brasileña. El juego de España arrancaba los aplausos de los aficionados compatriotas, pero también del público local que vino a ver jugar a España, no tanto a su rival. De la primera parte, y de lo no contado, debe constar el trabajo serio de la linea defensiva, con Laura Gutiérrez y Ana María Catalá en las bandas y dos centrales tan excelentes como eficaces. Tan sólo en un despiste regalamos un balón a Thais, que lo estrelló en el poste derecho de la meta española. Un dato, para finalizar la primera mitad: hubo una falta, se paró el juego, y cinco o seis brasileñas reclamaron agua. Ninguna española se acercó al banquillo: puede ser una pista de quien corrió más detrás del balón, que es lo que realmente agota en fútbol.

La segunda parte empezó con las brasileñas queriendo apretar en nuestra linea de creación.De nuevo, con movilidad, España salía del agobio y Alexia mandó alto un remate que le había servido Raquel. Cuando el juego se atascaba en el centro del campo, casi siempre ganábamos, por calidad y por superioridad numérica. Por primera vez en el torneo, los minutos empezaban a trotar demasiado lentos. Tímidos cánticos de «España, España» se mezclaban con los incesantes gritos de Lola Gallardo, manteniendo a las compañeras en tensión. Tuvimos un remate de Raquel, de cabeza, que mandó la guardameta a saque de esquina. De éste, por poco la lía Amanda, con un recorte en un palmo de césped.

Y en esas, con las brasileñas más remojadas que las españolas y fallando, llegó el error de la central canarinha, que aprovechó con una excelente presión Raquel, dejando un balón franco a Nagore Calderón, que batió por bajo a la guardameta para poner el dos a cero en el marcador. Estábamos en la mitad de la segunda parte y las semifinales estaban cerca, a la vuelta de veinte minutos de trabajo serio. El caso es que, por mucho que el seleccionador contrario movió el banquillo, no cambiaban mucho las cosas. Las brasileñas se desesperaban por dar un empujón al partido que las metiera en la lucha por las semifinales, pero no creaban peligro. Y así, España junto las lineas en el centro del campo, se concentró en defensa esperando el remate arriba, con las brasileñas volcadas.

A balón parado se tensó el partido. De una falta sacada, Ivana Andrés quiso despejar pero el balón entró en propia puerta. Era el dos a uno, a falta de algo más de diez minutos de partido. Vilda cambió de delantera, y entró Paloma Lázaro por Raquel Pinel. Se montó un correcalles que no beneficiaba a España. Aparecieron tímidos gestos de juego duro. España necesitaba una contra, un balón franco para nuestra nueve, un pase a las extremos, una llegada de Sara Mérida o Amanda Sampedro. En el 83 de partido casi engancha Paloma Lázaro un pase desde el lateral, de Laura Gutiérrez. Dos minutos más tarde romó un balón y disparó desde fuera escorado a la izquierda de la meta brasileña.

Hubo nuevas entradas duras, el partido se embruteció pero España tocó y tocó y tocó, y al final el público las aplaudió, y Brasil agachó la cabeza para saludar al nuevo semifinalista del Mundial de Trinidad y Tobago

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