Carlos Roman
Son Moix se ha puesto a cien con el nuevo proyecto del Mallorca. El estadio del Camí dels Reis, domicilio bermellón desde 1999, asistió el sábado a una función histórica. El duelo ante Osasuna, que sirvió para que el conjunto isleño abriera la lata, desembocó en la primera victoria de la era Laudrup y también le permitió al club alcanzar el primer centenar de triunfos en su actual centro de operaciones, haciéndolo además en unas condiciones muy particulares. En su duelo ante los navarros, los baleares comparecieron sobre el tapete con seis jugadores de la casa entre sus filas y despidieron la función con siete futbolistas de las categorías inferiores. Unos datos espectaculares e impensables hasta hace sólo unos meses.
Son Moix, bautizado desde este verano como el Iberostar Estadio, le abrió los brazos al fútbol de Primera División hace algo más de once años, con motivo de una visita del Real Madrid, y desde entonces ha albergado 211 encuentros del campeonato de Liga que arrojan un saldo más que positivo para el Mallorca: 100 victorias, 55 empates y 56 derrotas.
En su primera intervención como local en un escenario distinto al Lluís Sitjar, el Mallorca consiguió abrir su cuenta goleadora por medio de Carlitos Domínguez, aunque los tantos en el epílogo de Raúl y Morientes le acabaron aguando la fiesta. Sin embargo, la primera alegría rojilla en su nueva morada tampoco se retrasó demasiado y en la siguiente cita ante su público, frente al Numancia, el equipo dirigido entonces por Fernando Vázquez logró alzar los brazos. Las dianas de Jovan Stankovic, el propio Carlitos y el debutante Diego Tristán rubricaron un éxito que, doce temporadas después, sigue amplificándose (3-0).
Entre esa época y la actual, Son Moix ha contemplado enfrentamientos de todos colores y las mejores campañas del Mallorca han coincidido siempre con una ristra de números dorados en casa. Hasta hace unos meses el récord de victorias en un sólo ejercicio iluminaba la libreta de Luis Aragonés, que certificó 14 en la temporada 2000-01. No obstante, aquella fantástica marca la rebasó el curso anterior el grupo dirigido por Gregorio Manzano, que recopiló hasta 15. El técnico jienense, que acumula la mayoría de récords que ha cosechado la entidad desde su regreso a Primera, se quedó plantado en los 99 triunfos y Michael Laudrup aprovechó la ocasión para ponerle la guinda a los dígitos a costa de un pobre Osasuna.
Más allá del valor estadístico del resultado, la mejor noticia del fin de semana fue la elevada presencia de mallorquines y otros futbolistas de la cantera en la alineación bermellona. Cendrós, Ramis, Kevin, Pep Lluís Martí, Emilio Nsue y Víctor Casadesús se instalaron en el once inicial y Pereira y Pina se unieron después al partido sobre la marcha. Eso sin contar a Tomeu Nadal, Sergio Tejera, Sergi Enrich o Martí Crespí, que se quedaron en el banco a la espera de una ocasión. El Mallorca más autóctono sigue abrillantando su historia.
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