La psicóloga deportiva Alexia López recomienda a los progenitores que actúen con respeto y no se centren demasiado en la competitividad.
Cuando se habla sobre deporte se suele hacer hincapié en los aspectos físicos, tácticos o técnicos del juego. Pero pocas veces se tiene en cuenta un aspecto fundamental en la práctica deportiva: el componente psicológico. Alexia López se dedica a esa parte tan importante a la que le prestamos tan poca atención. Esta psicóloga deportiva, de origen gallego aunque afincada en Menorca, ha trabajado con clubes de fútbol, baloncesto, natación, entre otras disciplinas, y también con deportistas individuales. En la Isla, son conocidos sus trabajos con el Menorca Bàsquet y el Atlètic Ciutadella, entre otros.
¿Por qué hacemos deporte?
Porque nos concede una recompensa. Sudamos, sufrimos y nos esforzamos porque al final puedes decir: “¡Uf, lo he hecho!”.
¿Qué beneficios psicológicos comporta practicarlo?
Con un entorno correcto, sirve para encauzar el desarrollo madurativo de las personas. Es una experiencia de vida muy importante, que permite desarrollar la personalidad, la autoestima, la capacidad para afrontar retos, las habilidades sociales…
Entonces, el ejercicio es bueno para la salud mental…
Depende. El contexto deportivo en sí mismo no es beneficioso ni negativo. Lo es el uso que se hace de él.
¿Por ejemplo?
Pensemos en el deporte base. Se podría dar por sentado que hacer deporte es bueno en sí, pero si no se gestiona bien, puede acabar resultando negativo para un niño, provocándole ansiedad, por citar un resultado negativo.
¿Es común que el deporte de base provoque traumas?
Se podría hablar de tres grupos: el exitoso, otro que está en medio y otro más que se lleva la parte negativa. La de éste último grupo es la gente que dice que no vale para el deporte.
¿Quién dice que no valen?
Eso se lo ha enseñado su entorno.
¿Qué responsabilidad tienen los padres en estos complejos?
Los padres siempre creen que hacen lo mejor para sus hijos. Pero, en algunos casos, sus comportamientos tienen consecuencias negativas. Muchas veces, lo que ellos creen que es apoyar a sus hijos, promueve ansiedad y crea malos habitos. Hay estudios que dicen que algunos niños pasan vergüenza por el comportamiento de sus padres.
No es raro ver a padres gritando desde las gradas en los partidos…
Una psicóloga realizó un experimento muy interesante: juntó a un grupo de niños y sus progenitores para que jugaran a tenis. Primero jugaron los niños entre ellos, y los padres gritaban de mala manera desde las gradas. Después jugaron los padres, y los niños sólo se dedicaban a animarles. Los padres enseñan a los niños que no hay que insultar a los demás, y en los partidos son ellos quienes insultan.
¿Qué les aconsejaría?
Les daría dos claves. Por un lado, que respeten a los rivales, a los árbitros, a los entrenadores… Los hijos reproducen el comportamiento de sus padres. Si desacreditas al entrenador de tu hijo, que es una autoridad para él, luego el niño te podrá desacreditar a ti. También deberían ser menos competitivos.
¿Qué ha de tener un deportista para llegar a lo más alto?
Debe tener una buena autoestima, porque estará sometido al juicio de los demás, tiene que lograr que la presión sea un factor motivante, y también necesita una capacidad de evaluación constante de todo lo que le rodea: técnicos, compañeros, entorno, medios…
¿Necesitan, entonces, unas cualidades extraordinarias?
No, son personas normales, con problemas normales. Sólo que su oficio es el deporte.
Sin embargo, a veces parece que no se creen mortales…
Es importante saber enfrentarse al éxito. Es algo que depende del desarrollo madurativo de cada uno. En el caso de los deportistas que despuntan muy jóvenes, si les va bien es porque han madurado rápido. Aceptar el éxito es más difícil cuanto más joven eres.
La retirada debe de ser un momento duro…
En general, cuando tienes éxito en algo, cuesta cambiarlo. Al retirarse, un deportista tiene que rehacer su vida.
menorcadiario
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