La cabeza de Llorente acerca a España a la Eurocopa

Fernando Llorente disputa un balón ante dos rivales (Efe).

España suma y sigue. A contraestilo, pero demostrando que cuando un partido se pone feo y se complica también tiene recursos para ganar y solventar choques de esos que antes se atragantaban. Y es que La Roja no encontraba la manera de doblegar a Lituana. El toque y las habituales asociaciones no encontraban la portería contraria. Dominaba, pero no acertaba. La ansiedad de Villa por marcar y superar el récord de Raúl, le llevaban a tirar desde cualquier ángulo y manera, terminando en el asturiano la mayor parte de las ocasiones de España. Del Bosque vio que algo no funcionaba y en el descanso decidió cambiar, dar un giro muy sencillo por cierto. Mandó buscar a Llorente, algo que no había sucedido en la primera parte. A la primera, gol. A la segunda, otro, que junto al de Silva sirvieron para que el combinado español ganara de otra manera, pero igual de válida. Quizás menos vistosa, pero aprovechable al máximo con jugadores como Llorente. Dos partidos, seis puntos. La fase final de la Eurocopa, más cerca. Eso sí, en el debe español hay que señalar las excesivas concesiones defensivas. Demasiadas con Lituania enfrente.

El partido no engañó a nadie. Todo transcurrió tal cual se esperaba. La campeona del mundo tocando y tocando en la búsqueda de la manera de derribar la muralla formada por nueve fornidos lituanos cuya única ambición era no recibir un gol o, al menos, retrasar la llegada del mismo. El entrenador báltico, Raimonda Zutautas, dispuso dos líneas delante de Karcemarskas, portero él, a manera de defensa numantina. No intentaban ni sorprender a la contra. De hecho en toda la primera parte tan sólo hay que reseñar dos llegadas, una de ellas sin peligro ante el providencial cruce de Capdevila. En la segunda un despiste de Puyol invitó a Danilevicius a poner a prueba a Casillas con un tiro al muñeco.

La ausencia de Xabi Alonso por enfermedad, la tercera de los que jugaron la final del Mundial como titulares tras la de Xavi y Pedro, propició que Cazorla fuera titular, lo que significaba más toque y más control de balón al convertirse en la referencia del juego ofensivo junto a Iniesta. Y de esta manera España buscó la victoria desde el primer minuto de juego. Silva y Villa, arrancando en banda contraria, mirando la portería en exceso e ignorando la presencia de Llorente en el centro, se convertían una y otra vez en la principal solución ofensiva para los de Del Bosque. El gol no llegaba y el juego, pese a ser de total y absoluto dominio de España, carecía de la chispa necesaria para superar a los nueve lituanos que sin rubor alguno hacían las veces de defensas. La campeona del mundo se volvió previsible, sin capacidad de sorpresa. Pese a ello hubo desde un cabezazo al palo de Sergio Ramos hasta un fallo increíble de Villa con el portero en el suelo y a medio metro de la portería tras un gran cabezazo de Llorente. Todo ello salpicado de tres buenas oportunidades de dos de Silva y otra de Capdevila.

Llorente y el juego práctico adelantaron a España

Como si Fernando Llorente hubiera reclamado su sitio en el vestuario, el primer ataque de España en la segunda parte fue radicalmente distinto. Nada de toque y más toque queriendo llegar hasta la portería contraria. Nada de eso. Subida de Sergio Ramos, balón al área y remate de cabeza del delantero del Athletic que terminó en gol. Sencillo, pero práctico y eficaz al máximo. El tanto descolocó a España y obligó a dar un paso adelante a los lituanos, que aprovechando un fallo en cadena de la selección (Capdevila perdió un balón en ataque, Busquets no anduvo fino en el corte y Puyol se quedó enganchado rompiendo el fuera de juego) lograron un empate que, al menos, los doscientos lituanos que estaban en El Helmántico no se creían. Montaron una fiesta que terminó en intervención policial en su intento de saltar al terreno de juego.

El empate duró dos minutos, el tiempo que necesitó Cazorla para volver a buscar a Llorente. La historia se repitió. Jugada por la banda, centro al área y ahí que aparece la figura del delantero para poner las cosas en su sitio. Ya con el marcador a favor, Lituania se derrumbó. Las ocasiones se sucedieron, llegando el gol de Silva. Del Bosque decidió que era el momento de que se estrenara Aduriz. Correcto el valencianista y demostrando muchas ganas.

El Confidencial.com

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