Los ciento cincuenta aficionados que se acomodaron en las gradas de Sant Jordi para ver a los suyos ante el Jesús descubrieron el nacimiento de una nueva sociedad ofensiva que ya da sus primeras ganancias. El equipo de Sergio Tortosa se mostró inmisericorde con un débil rival que jugó sesenta y ocho minutos en inferioridad numérica. El 8-0 del marcador final es suficientemente explicativo.
Sólo hubo medio partido en Sant Jordi, el que jugó el equipo local ante un rival minimizado de por sí y empequeñecido por el dominio del conjunto local desde que el balón comenzó a rodar.
Todo fue cuesta abajo para un Sant Jordi volcado sobre la meta rojiblanca. A los 22 minutos, jugada decisiva. Raúl (Jesús) detenía bajo los palos un balón que iba hacia la red; penalty y expulsión.
Desde el punto fatídico Raúl abría el marcador para el Sant Jordi que puso la directa y sometió a un duro castigo a los débiles y debilitados visitantes. Cuatro minutos más tarde Iñaki Valencia aumentaba la ventaja al rematar un pase del debutante Pájaro y a los 34 era el própio Pájaro el encargado de abrir su cuenta goleadora particular. El cuarto gol del partido llegó en el final de la primera mitad con un remate de cabeza de David.
En la segunda parte, reanudación del festival goleador local. Empezó a los cinco minutos Valencia aprovechando otro pase de Pájaro, sustituido por molestias en el tobillo, y para que no faltase de nada, el sexto gol llegó en un lanzamiento de Juanan desde treinta metros, mientras Zarco anotaba el séptimo en el min. 73 sobre la salida del meta. El marcador se cerraba de la misma forma que se había abierto. Juanan marcaba el octavo desde el punto de penalty poniendo fin a un triste paso del Jesús, que se perfila como una de las cenicientas de la Liga, por Sant Jordi.
Francisco Natera
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