Adrián Ramos, delantero del Sant Rafel, ha tenido que esperar nueve días hábiles para que el médico de la Federación Balear, Onofre Alba, le revise su rodilla dañada el pasado 31 de octubre en el encuentro ante el Collerense. Hoy, a las 15 horas, tendrá consulta en la Mutua Balear para conocer el alcance exacto de la lesión.

El galeno mallorquín, que visita las Pitiüses cada quince días para operar o recibir visitas de pacientes, es el único que tiene potestad para pedir una resonancia, ya que así está establecido por convenio con los clubes.

Si el doctor lo considera oportuno al examinar la articulación del delantero, mandará esa resonancia, en un principio, para la próxima semana. «No creemos que lo haga todo en el mismo día», apuntó ayer el vicepresidente del Sant Rafel, Bernat Bonet.

El primer examen médico al que fue sometido el ariete ibicenco, que se lo realizó el traumatólogo de Can Misses, indicó que podría tener una posible distensión del ligamento, pero que no tenía nada roto. La preocupación de Ramos venía porque esa lesión se la produjo en la misma rodilla que se operó el pasado año y que le tuvo en el dique seco casi toda la temporada.

El jugador manifestó ayer que quiere realizarse la resonancia para quedarse «más tranquillo». «A lo mejor hay algo que es normal e igual se resiente», añadió el delantero rafeler, que de haberse retrasado la visita del médico mallorquín había pensado «pagar» por su cuenta el coste de un traumatólogo privado.

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