Manuel Muriana acumula sabiduría futbolística a raudales y, además, apila un amplio conocimiento del que es su club durante los últimos 22 años tanto como jugador como de entrenador. Por este motivo, es una voz autorizada para hablar del pasado, presente y futuro de la Peña Deportiva, donde ha vivido todo tipo de vicisitudes.
—¿En qué se diferencia la actual Peña de otras en las que ha estado?
—El nivel de la Tercera División el año pasado y éste es inferior. La plantilla del año pasado y la de éste hace un gran fútbol, pero eso no significa que vaya a terminar más arriba. Ha habido plantillas con jugadores más competitivos y menos técnicos y otras que tocan más el balón y que son un poco más fríos. La de este año quizá sea más fría, pero no por ello pierde calidad.
—Sin entrar en detalles, ¿a qué se refiere con lo de fría?
—A que hay jugadores de universidad y otros que se han hecho en la calle. Yo prefiero a los segundos, pero si tienes una mezcla de los dos sería perfecto, aunque no es fácil.
—¿Qué equipo de la Peña ha sido el mejor desde que usted está en el banquillo?
—Con Carlos Simón fuimos campeones y eso quiere decir que algo se hizo bien. El equipo de Paco Marín consiguió 88 puntos, pero antes eran liguillas y era más complicado subir. Con esa plantilla, antes de empezar el partido sabíamos que íbamos a ganar porque los jugadores tenían carácter. Ahora es distinto. Con Dani Mori ascendimos y el año pasado hicimos el mejor fútbol desde que estoy en la Peña.
—¿Cuál es el mejor entrenador con el que ha trabajado?
—Me lo guardo para mí porque han pasado muchos. Con todos he tenido y tengo una gran amistad.
—¿Y el mejor futbolista al que ha dirigido?
—He visto muy buenos jugadores. Por pundonor Cruz era una bestia, como Maline o Villodre. Luego, Tino o Nacho del Moral, eran para quitarse el sombrero.
—¿Qué hace falta en la Peña de este año para igualar aquella que subió a Segunda B? ¿Paciencia?
—Es un poco complicado. Si el año pasado no nos hubiera tocado el Almería B, a una eliminatoria la hubiéramos pasado. Depende del equipo que te toque. Aun así, todo es posible porque nadie pensaba que íbamos a estar en Segunda B y estuvimos. Este mundo depende de que la pelotita entre.
—¿Y qué recuerdos le trae aquel ´play off´ en el que ascendieron?
—Cuando nos dimos cuenta estábamos terceros en Liga y jugamos la liguilla. Antes del play off tuvimos una cena Dani Mori, Jordi Marí y yo y allí les dije que si éramos capaces de pasar la eliminatoria podíamos soñar, pero soñar despiertos. Cuando vimos los vídeos del Mutilvera nos mirábamos los tres y vimos que físicamente estaban como aviones y nosotros no, pero jugamos sin presión y lo hicimos de lujo.
—Y en Don Benito vino el éxtasis…
—No lo sabes bien. Nos favoreció el hecho de que nos apedrearan el autobús y del ambiente que había porque los jugadores salieron mucho más motivados. Nadie se achantó y lo conseguimos porque nos lo merecimos.
—Con la plantilla actual, ¿se puede conseguir el ascenso o hace falta algún retoque?
—Es difícil porque el club no está para tirar cohetes. Hay que aguantar con lo que tenemos porque cualquier refuerzo en la segunda vuelta puede ser complicado. El pensamiento nuestro no es el de fichar y así se lo he dicho a la directiva y al míster.
—¿Qué ha pasado en el inicio de temporada para cosechar tantos empates consecutivos?
— Esto es fútbol y no es una ciencia exacta. Se han dado muchos factores, pero no hay que buscar excusas y mirar para adelante porque todavía hay tiempo de darle la vuelta a la tortilla.
—El domingo juegan contra el Binissalem, segundo en la tabla. ¿Qué tipo de partido le interesa a la Peña?
— Nos interesa que los jugadores sepan lo que tienen que hacer y hagan en el campo todo lo que hemos ensayado. También deben jugar tranquilos porque salir presionados no trae nada bueno. Es un tipo de rival que nos puede venir bien si abrimos la lata pronto, pero eso nunca se sabe hasta que el balón no eche a rodar.
diarioibiza
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