El conjunto de Joan Esteva sólo ha cedido un empate y una derrota en Bintaufa, mientras que fuera no ha hecho más que tres puntos de 21.
Transcurrido ya un tercio de la temporada de Segunda división B, un vistazo a las estadísticas demuestra que el Sporting Mahonés se ha mostrado como un equipo con dos caras, una en su estadio y otra lejos de él. Igual que en la novela de Stevenson, el conjunto azulón ha sido el doctor Jekyll en su casa, donde se ha mostrado como un grupo fiable y seguro, y mister Hyde fuera de ella, ya que lejos de Menorca sufre una metamorfosis que le hace tornarse en una tropa insegura y achacosa.
Transcurridas trece jornadas, los mahoneses ocupan la décima primera posición en la tabla. En los seis partidos que han jugado en su feudo, el saldo de puntos es bueno, ya que se han hecho con 13 de los 18 a los que aspiraban. Además, el equipo siempre ha intentado llevar la iniciativa del partido, pese a que el juego no ha sido todo lo fluido que algunos esperaban.
Los azulones han logrado cuatro victorias, ante L’Hospitalet, Gramenet, Castellón y Lleida -eso sí con un guión muy similar en casi todas: un gol encajado en los primeros minutos y el subsiguiente esfuerzo para remontar-. La derrota de la sexta jornada, ante el Sant Andreu, no fue demasiado sangrante porque los barceloneses llegaban a Maó como líderes invictos. El tropiezo inesperado fue el empate ante el Denia en la décima jornada, ya que los locales se mostraron impotentes frente a la rocosidad de los alicantinos.
Fuera de casa, el Sporting ha mostrado su otra cara. De los veintiún puntos en juego, sólo ha obtenido tres. Tres empates como único resultado positivo en los siete encuentros lejos de Bintaufa no son un gran botín. Además, en sus dos últimos duelos lejos de su cancha, en Sant Boi y en Badalona, han recibido siete goles. De hecho, el representante menorquín en Segunda B es el segundo equipo más goleado de la categoría, con 19 tantos en contra, por detrás del penúltimo, el Santboià, que ha recogido el balón de sus redes en 24 ocasiones. No es menos cierto que el equipo que preside Paco Segarra es el quinto más goleador, con 15 dianas.
La clasificación
Si los sportinguistas están ahora en el puesto once de la tabla, en la temporada pasada a estas alturas eran decimosegundos. Aquel equipo no tenía demasiado gol (llevaban 11 dianas), aunque la cantidad de puntos es exactamente la misma: 16. Sólo que, hace doce meses, había ganado un partido lejos de Bintaufa, mientras que en casa había cedido un empate más.
Este año la liga está más apretada. El problema para los mahoneses es que, si en la campaña anterior tener 16 puntos suponía disponer de un interesante colchón de cinco puntos sobre el descenso, en la actual esa ventaja se reduce a sólo tres puntos. La parte positiva es que la zona noble de la tabla también se ve desde más cerca: La promoción queda ahora a siete puntos, mientras que el año pasado el hueco era de doce puntos.
El futuro
Si bien es cierto que para transitar por la Segunda división B con cierto éxito es imprescindible amarrar buenos resultados en el campo propio, no se debe perder de vista que aumentar una pizca la producción lejos de casa supondría un salto de calidad para el equipo. Pero la escuadra de Esteva deberá mostrarse más competitiva que el pasado domingo en Badalona, donde recibió un saco de goles. El Sporting tendrá otra dura prueba el próximo domingo, cuando recibirá al líder, el Orihuela. En Bintaufa suspiran porque el doctor Jekyll venza a su poderoso rival del domingo y, sobre todo, a su enemigo más letal, mister Hyde.
Diario de Menorca
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