“El sueño de cualquier chico pequeño que juega al fútbol es llegar a ver tu cara en un cromo, de los típicos que coleccionas y que cambias con los amigos en el recreo”. Sueño cumplido. Guiem Martí Misut, delantero de Es Mercadal que milita en el SV Ried de la Bundesliga Austriaca, está radiante con su aventura por el centro de Europa. A los ocho goles en Liga, más dos en Copa, hay que sumarle un saco repleto de anécdotas y experiencias que, asegura, no se le olvidarán nunca. Firmar autógrafos, charlar con los ‘supporters’ del equipo o posar como modelo para alguna campaña publicitaria, entre otras. En definitiva, una experiencia total en un conjunto que está superando las expectativas iniciales y unos resultados que le colocan “en el buen camino para renovar”.

Guiem Martí, con el 9 en la espalda de la elástica verdiblanca del Ried, se ha convertido en toda una referencia del conjunto que entrena Paul Gludovatz. “Tenemos una hinchada que es alucinante, están todo el partido de pie cantando y animando, incluso me han dedicado una canción”, reconoce ilusionado el ariete ex del Sporting Mahonés. “Ried es un pueblo de unos 12.000 habitantes de los cuales unos 6.000 van al campo cada partido”, apunta Guiem, que admite que “no esperaba que las cosas me fueran tan bien y menos tan pronto, aunque la clave ha sido no tener problemas de adaptación y trabajar de forma constante”.

El delantero comparte vestuario con dos españoles más, Nacho Rodríguez y el ex del Deportivo de la Coruña, Iván Carril. “Me ha ayudado encontrarme gente española, además Nacho lleva ya tres años en esta Liga”, explica Guiem que matiza que “es difícil comparar la Bundesliga con una competición española porque la diferencia entre los cuatro mejores, Salzsburgo, Sturmgraz, Rapid de Viena y Austria de Viena, y los demás es enorme; nosotros tenemos un presupuesto de unos 4 millones de euros y ellos suelen rondar los 30 millones”.

Este principal motivo hace que se dispute una Liga partida en dos, aunque el modesto Ried ha logrado colarse, al final de la primera vuelta, entre los más grandes de la categoría ya que actualmente va líder a cuatro puntos del segundo, el Sturm Graz. “Nos ha sorprendido estar donde estamos porque no aspiramos a ser campeones de Liga porque los rivales tarde o temprano nos alcanzarán”, explica Guiem que apunta que “no vemos lejos la posibilidad de clasificarnos para la Europa League teniendo en cuenta como ha ido la primera vuelta”.

Una de las claves que parece justificar la buena marcha del equipo es el peculiar sistema que plantea el entrenador. Gludovatz apuesta por un 3-3-3-1, “algo que me llamó mucho la atención desde el primer día” y que transforma al conjunto austríaco en un rival muy defensivo. El juego de la Bundesliga Austriaca no se diferencia demasiado de la española ya que no hay un estilo de juego predefinido que acompaña al carácter de los futbolistas austríacos. “Quizás se podría esperar que nuestro equipo, con tres españoles, jugara más al toque de balón pero a la hora de la verdad somos un conjunto muy defensivo que apuesta pos salir a la contra y que resulta incómodo para los rivales”, recalca Guiem.

El único pero que el de Mercadal le pone a esta aventura es el idioma. Guiem todavía no tiene un alemán muy fluido, lo que puede dificultar la comunicación con el entrenador pero en el idioma internacional del fútbol Guiem se sale. “Mi representante me dice que esté muy tranquilo porque el club está muy contento con mi trabajo, no se esperaban que lo hiciera tan bien en tan poco tiempo pero bueno tengo que estar tranquilo porque no es como empieza una cosa sino como acaba”, delata el ex de Mercadal, Migjorn y Alaior, aunque deja entrever que las sensaciones son buenas entre las dos partes para que se prolongue la relación.

“Tengo un año de contrato y el club cuenta con una opción de prorrogarlo otras dos temporadas más y la verdad es que me gustaría porque estoy muy bien en Austria”, reconoce Guiem, que de vez en cuando echa en falta poder ir a pescar con los amigos o estar con su familia, especialmente su abuela, una forofa de su nieto.

Diario de Menorca