Leo Ulloa, el Ciclón, es el hombre más en forma del Almería. Y el más determinante junto a Piatti y Diego Alves. Sin embargo, por una razón que nadie se explica, no es indiscutible para Oltra ni lo fue para Lillo. Al argentino le avalan diez goles y un arranque de temporada mejor, incluso, que en su día Negredo. Da buena cuenta de ello el Mallorca, que despidió 2010 viendo cómo el Ciclón UIloa le hacía un hat-trick.
No obstante, este Almería con complejo de Mister Hyde se empeña una y otra vez en automutilarse. Por eso está viva la eliminatoria. El Mallorca resistió estoico las envestidas rojiblancas y terminó volviendo a la isla con un 4-3. Le obliga a ganar, pero le vale que sea por la mínima.
Laudrup sabe que si el Mallorca tiene intensidad durante los 90 minutos se puede llevar el gato al agua. Además, quiere que los secundarios tengan protagonismo. Lux llevará los guantes, Ratinho tendrá otra oportunidad y arriba entrará Cavenaghi. El Torito, producto de River, ansía minutos. Laudrup, condescendiente, explica que Webó le cierra el paso. Pero le da la Copa, el torneo de quien tiene hambre, del jugador al que el fútbol le debe tardes en el césped.
Rotaciones.
El Almería, por su parte, hará rotaciones light. Porque tampoco tiene fondo de armario. Tiene la plantilla más corta de Primera y encima se quita de encima a Valeri, que volverá a Lanús si se pone de acuerdo con el Oporto. Tampoco viaja Corona. Así que el Almería se queda sin fantasía. El remedio es Cristóbal, un juvenil… Así se llega al desenlace de esta eliminatoria en el día de los Reyes Magos, en un horario impropio, con dos equipos que no olvidan que el domingo se vuelven a medir y con puntos en juego.
as.com
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