El árbitro Juan Albertí Oñate vuelve a cruzarse en el camino del Sant Rafel. Dirigirá el encuentro que los pitiusos disputarán en casa el próximo domingo frente a la Penya Arrabal (17 horas). En la memoria de los aficionados, jugadores y directivos del club pitiuso aún permanecen en el recuerdo las polémicas actuaciones del colegiado en los partidos frente al Arenal y el Collerense de la segunda vuelta de la temporada pasada.

Sin embargo, el técnico del Sant Rafel, Mario Ormaechea, quiso restar ayer importancia a este hecho afirmando que se trata de «un buen árbitro» y que no tiene dudas de que lo hará bien. «Vamos a intentar ponérselo lo más fácil posible para que pueda ejercer su labor».

Es más, el técnico rafeler también apuntó que esta temporada no tiene queja de los arbitrajes que ha tenido su equipo: «Para nosotros han mejorado mucho las cosas en este apartado y debo poner una nota de 8 u 8,5 a las actuaciones de los colegiados en nuestros encuentros», declaró.

Pero las decisiones de Albertí Oñate le costaron muy caras al Sant Rafel el curso pasado. En el partido contra el Arenal, disputado en Eivissa el 24 de enero de 2010, el trencilla expulsó a dos jugadores de los ibicencos (Buti y Javi) y mostró un total de ocho tarjetas amarillas a los locales, por tres de los visitantes A pesar de todo, los rafelers fueron capaces de ganar por 1-0 y continuar en puestos de play off de ascenso a Segunda B.

Un mes después, la polémica volvió a salpicar al árbitro Albertí Oñate y de nuevo con el equipo entrenado por Mario Ormaechea en medio.

Los pitiusos visitaron al Collerense el 27 de febrero y perdieron por un contundente 4-1. En ese encuentro el colegiado expulsó a tres jugadores del Sant Rafel (Guillermo, Pepe Grimaldo y Carlos Fernández), además de al técnico Ormaechea. Igualmente, los rafelers acabaron con nueve tarjetas amarillas. La indignación de los ibicencos fue tal que estuvieron a punto de dejar el campo.

Diario Ibiza